Las plazas de los talleres de verano se completaron muy rápido, de hechos los talleres de Feira Franca que se acabaron anulando al igual que la celebración también estaban ya completos. Y es que en este verano tan especial estas iniciativas son un pequeño alivio para la conciliación de las familias. "Es una ayuda, porque aunque sean solo unos horas, los niños están haciendo algo y además no están con pantallas y socializan de cierta forma", apuntan desde el Museo.
Una de las madres de las niñas de la actividad, Patricia Domínguez, coincide en que "viene muy bien para compaginar con el trabajo y aquí están muy entretenidos. En mi caso es hija única y así se relaciona con más niños, como se suele hacer en el colegio".
