Una docena de personas, vinculadas todas a la misma familia de origen extranjero, han dado positivo a coronavirus en Caldas de Reis, generando un importante brote en la localidad pontevedresa. Fuentes de Epidemiología en la Jefatura Territorial de Sanidade de Pontevedra aseguran que los 12 se encuentran aislados y ninguno hospitalizado. Al parecer, la mayoría no presentan síntomas de la enfermedad.

Además, desde el servicio de Alertas Epidemiológicas se mantiene seguimiento a otros 15 contactos de estos positivos para evitar que el brote vaya a más.

"La Policía Local de Caldas está colaborando y vigilando el cumplimiento del aislamiento y cuarentena", aseguran las mismas fuentes.

El primer positivo de este brote podría ser el de un trabajador del puerto de Vilagarcía, que habría contagiado a su mujer. Precisamente, el positivo de la mujer, trabajadora de un bar de Caldas, ha motivado el cierre de este establecimiento como medida de prevención.

43 casos en el área sanitaria

El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés registra 43 positivos, estando uno hospitalizado en Montecelo y el resto recuperándose de la enfermedad en sus domicilios.

Desde que se declaró la pandemia y el Complexo Hospitalario de Pontevedra puso en marcha su plan de contingencia del Covid-19, se han curado 925 pacientes en el área sanitaria, los últimos cinco en el día de ayer. Por otra parte, otras 16 personas perdieron la vida a causa de la enfermedad.

En el conjunto de la comunidad autónoma gallega, el número de casos activos es de 412. Desde la gerencia del CHOP se insiste en recordar a la población que evite "en la medida de lo posible" las aglomeraciones, así como que mantenga el uso de la mascarilla y la higiene de manos.

Recluidos por precaución

Precisamente, ayer se conoció que un brote en el área sanitaria de Ourense había salpicado también a la de Pontevedra. Cinco trabajadores del Grupo Mochi y la esposa del dueño se encuentran en sus casas guardando cuarentena después de un servicio que la empresa pontevedresa hizo el pasado domingo en la localidad ourensana de Avión, donde la organizadora dio positivo en coronavirus. A la comida acudieron básicamente familiares de los organizadores, que, según ha podido saber FARO, cuentan con allegados en México.

Cuatro empleados y el propietario se trasladaron hasta el domicilio, donde sirvieron un cátering a 23 personas. Cuando ya habían terminado su trabajo, el restaurador recibió una llamada telefónica de la mujer que organizaba la comida en la que le informaba que esa misma tarde, horas después de la comida, le habían comunicado que era positiva en Covid-19, un resultado que esperaba ya desde antes de que tuviese lugar el evento. Como resultado, ahora están aislado por precaución los cuatro trabajadores de Mochi, el dueño y su esposa, que había ido a recoger en coche a éste a Avión.

Tal y como explica Gustavo Sobral, hijo de los propietarios, tras la llamada ellos mismos contactaron con el teléfono habilitado por la Xunta para tal fin. "Nos dijeron que el riesgo es mínimo, porque los trabajadores estuvieron con mascarilla todo el servicio y utilizando con frecuencia el gel hidroalcohólico", indica.

Por ello, se les han comenzado a realizar los test del coronavirus. A una de las trabajadoras participantes en el cátering ya le ha dado un resultado negativo, mientras que el resto siguen recluidos en casa por precaución y responsabilidad social y a la espera de la prueba.

En Mochi se encuentran tranquilos en vista de la información facilitada por el Servizo Galego de Saúde y porque, por el momento, las seis personas que se han visto afectadas por este asunto se encuentran perfectamente. "Pero, bueno, hay que reconocer que ese cosquilleo y esa ansiedad están ahí", confiesa Gustavo Sobral.

Normalidad en Finca Batacos

En todo caso, el empresario quiere destacar que este suceso no tiene ninguna relación con la Finca Batacos, en la que el Grupo Mochi acoge importantes eventos, y que continua con su actividad normal. "Seguimos con nuestra actividad y este brote, en otra provincia, no tiene ninguna incidencia con la finca. Es más, estamos muy tranquilos por el mensaje que nos han transmitido desde el Sergas de que el riesgo es mínimo", concluye.