Los muelles Adolfo Reboredo, en la zona de expansión del puerto de Marín, acogieron en la jornada de ayer una doble operativa de carga y descarga, de contenedores por una parte y de carga de eólicos por otra. Para ello se emplearon las grúas portacontenedores del puerto, además de las dos grúas automóviles de las que dispone la rada.

El buque Visitor, consignado por Pérez Torres Marítima, realizó una operación de 10.000 toneladas de mercancía contenerizada mientras el mercante Singelgracht, cuyo consignatario es el Grupo Nogar, cargó en cubierta 29 tramos de piezas eólicas con destino a un proyecto en Houston.

El Puerto de Marín es punto de partida para la exportación de componentes eólicos para proyectos en todo el mundo.

La actividad diaria se completó con la salida de una composición ferroviaria de cereales con destino a las avícolas de Taboadela y la preparación para su salida por la tarde de otra composición de tren, esta vez con bobinas de chapa de acero.

En los últimos meses, hasta seis buques mercantes coincidieron en una sola jornada en el puerto de Marín, dentro de los servicios esenciales realizados durante el pasado estado de alarma decretado por la crisis sanitaria del Covid-19. Entre ellos, una operativa de 10.000 toneladas de mercancía a bordo del buque Visitor, consignado por Pérez Torres Marítima, o la descarga de cereales que abastecen las granjas de Galicia como las 16.500 toneladas de centeno que descargó el bulk carrier Olga, consignado por el Grupo Nogar. También el mercante Fluvius Otter realizó una carga de pasta de papel, mientras que el buque Brens realizó una descarga de madera en rollo durante el pasado estado de alarma.