A mediados del siglo XIX la cianotipia llegó al mundo de la botánica para plasmar de manera perfecta las distintas especies de plantas. Andrea Area se ha sentido atraída por esta técnica de fotoimpresión desde que estudió Comunicación Audiovisual. Ahora, al frente de su propio estudio creativo con su mismo nombre, ha recuperado este revelado para enseñarlo al mundo a través de pequeños talleres y difundir la "magia azul".
Se trata de una técnica monocromática en azul que necesita unas condiciones muy específicas. Para llevarla a cabo se necesita luz solar y que esta esté en su punto más cenital. En esas condiciones el tiempo de exposición necesario puede ser de unos 15 minutos, pero si el día está nublado puede llegar a necesitar 40 y si hay niebla ni siquiera se puede hacer.
Una técnica sencilla
"Es la técnica de revelado más primitiva y la puedes realizar en casa con pocos medios", explica la artista que comenzó a experimentar con soportes pasando fotografías propias a negativo para revelarlas con esta técnica. De este modo llegó a sacar su propia colección de papelería para bodas y tras ver el interés que generó se lanzó a hacer más elementos y lanzar sus talleres.
La fotógrafa explica que la técnica se trabaja con sales de plata fotosensibles que con la luz solar hacen que la imagen en negativo en acetato se quede fija. Más tarde se lava con agua para quitar los restos químicos y se deja secar al sol. Se trabaja en superficies porosas que absorben la emulsión química como la madera, la seda, o el papel.
Area reflexiona que todo lo antiguo vuelve, como la fotografía analógica o los vinilos y desea que con esta bonita técnica ocurra lo mismo, ya que a día de hoy en Galicia solo se aplica en pequeños talleres. Por ello anima aprender la técnica y experimentar uno mismo con las distintas variantes. Además de en fotografía se puede trabajar con las propias plantas, como se hacía en su origen, quedando perfectamente dibujada la silueta de la hoja gracias a la emulsión.
Area no solo hace talleres de esta técnica, sino que también imparte formación a empresas o cursos individuales de fotografía. Es una de esas personas a las que les gusta compartir el conocimiento y aventura, una línea de negocio muy potente en este sentido, no solo presencial sino también online, aunque aún no se aventura a ese formato. "Es muy positivo y compatible con mi trabajo y con que sigan contando conmigo. Cada vez la gente consume más experiencias, son talleres en los que te estás formando, pero también te estás dedicando tiempo a ti, a desconectar o estar en contacto con un nuevo sector", señala.
Los primeros talleres de cianotipia se impartirán el próximo sábado y domingo en su taller de Portonovo de 10 horas a 13.30, coincidiendo con la posición cenital del sol. Los asistentes se llevarán consigo una libreta y un bastidor con imágenes realizadas por ellos mismos. Las reservas se pueden hacer a través de info@andreaarea.com
Reinventarse para no parar ni en plena pandemia
Como la mayoría de las autónomas Andrea Area se ha tenido que reinventar ya que la pandemia de la Covid-19 han cambiado gran parte de sus proyectos. Con eventos, conciertos y rodajes cancelados, la videógrafa, fotógrafa y artista se ha volcado en la ilustración y la formación, así como la cartelería con medidas de seguridad para empresas, para sacar adelante su pequeño estudio.
"Nunca he hecho tantas láminas y acuarelas como en la cuarentena. He seguido formándome e investigando y obviamente se facturó menos, pero te vas adaptando a la situación", comenta Area.
La mayoría de los eventos en los que trabajaba, como el Salón del Libro, han quedado cancelados y casi todas las bodas. Con ese cambio de agenda, explica que aprovecha para adelantar encargos y redefinirlos, ya que ahora puede aceptar trabajos más elaborados que conllevan más tiempo.
En este sentido señala que los novios siguen ilusionados y quieren más que nunca que ese día sea más especial, por lo que acuden a ella buscando servicios muy especializados.
