Buena parte del comercio local pontevedrés inició ayer su periodo de rebajas.Lo hace en cierto modo "arrastrado" por el periodo de saldos que iniciaron también ayer algunas grandes cadenas y que obligó al pequeño comercio a sumarse a los descuentos para intentar no perder comba en un momento complejo por la crisis económica generada por la Covid-19.
Algunos otros, los menos, esperaban al fin de semana o al mes de julio para iniciar los saldos y dar salida al "stock" mayor de lo habitual tras los meses de cierre por el confinamiento.
Son también, las primeras rebajas tras la grave crisis sanitaria y los comerciantes se han puesto las pilas para que las compras puedan realizarse de forma segura. Son unas rebajas sin multitudes ni aglomeraciones, en donde tampoco se registró una avalancha de clientes como otros años cuando se inauguraba la temporada de saldos.
En los establecimientos se cumplían estrictamente las normas de aforo y distanciamiento. Todos ellos estaban provistos de los geles desinfectantes y se dejaban ver también otras medidas de seguridad como mamparas para atender a los clientes. Si se formaba alguna cola (normalmente para abonar los productos que se compraban en caja, se hacía guardando la correspondiente distancia social.
Así, aunque había animación y ambiente en las principales calles comerciales de la ciudad como pudiera ser Benito Corbal, no era la avalancha en busca de gangas de otros años.
Además, otro punto a destacar es que la práctica totalidad de los clientes cumplían con la obligación de portar mascarilla.