En función de las características del local, el impacto de las medidas asociadas al Covid-19 ha sido desigual en los restaurantes de refencia. En el caso de O Eirado da Leña, en pleno centro histórico, supondrá la reducir la ocupación a la mitad.
Su propietario y chef, Iñaki Bretal, es otro de los que no para de recibir llamadas para concertar las primeras reservas, algo que considera "normal, en una ciudad pequeña donde los clientes son en realidad amigos".
Es también lo que más echa de menos Pepe Solla. Antes de abrir su restaurante ya cuenta con numerosas reservas (según los locales hay peticiones hasta agosto u octubre) y los clientes estrenarán este mes los nuevos accesos. Con todo, para el chef "siempre lo mejor es encontrarse, es lo que más echas de menos, a la gente, que son amigos".
"Nos estamos inventando una nueva normalidad", conviene Pepe Vieira, con mesas aún más distanciadas mascarillas, geles, nuevos itinerarios... Y por suerte la misma buena cocina.
