Respetar la distancia social en el trabajo es en muchos casos imposible, aún así muchas actividades de este tipo se han retomado con la entrada de la fase 2, como es la reapertura de las autoescuelas. En el caso de las clases teóricas es mucho más fácil respetar las medidas de seguridad, pero a la hora de realizar las clases prácticas la distancia dentro del vehículo es inevitable. Aunque la mayoría retomarán estas clases el próximo lunes, algunas autoescuelas de Pontevedra ya llevan unos días impartiéndolas. Es el caso de la Autoescuela Chaves, donde reconocen que aún hay poca afluencia y cierto reparo por parte de los alumnos.
Durante las clases prácticas deben usar guantes y mascarillas, además al final de la clase se hace una limpieza y se desinfectan todos los mandos utilizados y se deja que el vehículo ventile unos minutos antes de la siguiente práctica.
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María Subirán comenzó las clases esta misma semana, quería sacarse el práctico este verano, estudia en A Coruña y ha aprovechado que está siguiendo el curso de forma telemática para empezar el práctico. Reconoce que al principio se hace un poco raro conducir con todas estas precauciones, pero admite que la adaptación es rápida, aunque el calor hace más incómodo todo. Además señalan que no es recomendable el uso del aire acondicionado, lo que dificulta más la comodidad en estos días de altas temperaturas.
En las aulas todo es más fácil, el aforo es de un tercio y se realizan grupos cerrados para asegurar que así sea. Los exámenes teóricos volverán en unas semanas con un aforo máximo de ocho personas, lo que hará más largas las listas de espera para acudir a ellos. Los prácticos, que se reanudarán más tarde, se harán con solo un alumno por vehículo. Por otro lado, en el caso de las prácticas en moto, cada alumno deberá llevar su propio casco y si es posible otros protectores como rodillera o coderas.
Desde el sindicato de autoescuelas de la Central Unitaria de Traballadoras, Erika Otero pone la atención en la seguridad de los trabajadores. "Hay mucha inseguridad porque hay muchas empresas pequeñas que no tienen un buen plan de prevención de riesgos o no hay un plan de limpieza. Hasta ahora las autoescuelas estaban acostumbradas a que la limpieza la efectuara el personal y quizás hay que hacerlo de una manera más efectiva, por un equipo de limpieza", señala la representante de la ciudad.
En cuanto a las recomendaciones destaca que "las directrices son un poco ambiguas y genéricas, nosotros tenemos que echar la mano al volante del alumno, te sientas como copiloto y como conductor y hay mucho contacto". Además recuerda que las buenas prácticas dependen de cada empresa: "Todo es muy ambiguo y si se puede desinfectar en tres minutos no lo harán en diez, porque están perdiendo dinero. Si ves una buena limpieza y que se toma su tiempo sí puedes sentirte seguro, pero sino, quizás tengas que desconfiar un poco".
Por último, Otero recalca el miedo a que las limpiezas alarguen la jornada laboral y reclaman que deben estar dentro de estas "si durante un tiempo en vez de facturar nueve clases por profesor se facturan ocho o siete, es un mal menor", sentencia poniendo el énfasis en el tiempo de las limpiezas.
Por delante, las autoescuelas visualizan un verano diferente, afectados por el retraso de la selectividad que conllevará una afluencia más tardía con menos tiempo libre para sacarse el práctico para los futuros universitarios.
