Pontevedra, a un paso de la "nueva normalidad"

Pontevedra late más fuerte con un nuevo paso a la "normalidad"

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La "nueva normalidad" gana terreno poco a poco en Pontevedra, que ayer, al igual que el resto de Galicia, entró en la fase 2 de la desescalada, un cambio que se notó en sus calles y plazas. Entre los aspectos más destacables de la jornada, la reincorporación del alumnado de segundo de Bachillerato y FP a las aulas, la atención al público presencial de las Administraciones y la recuperación del servicio en el interior de los bares, cafeterías y restaurantes, así como de la actividad en las tiendas y otros servicios en los centros comerciales. Por supuesto, la vía libre para el uso y disfrute de las playas, incluido el baño y la toma de sol.

El 25 de mayo de 2020 pasará a la historia como un día clave en el avance en la desescalada, actualmente en la fase intermedia, a la que todavía le queda una última, la avanzada, que flexibilizará la tan ansiada mobilidad entre provincias. Las aulas recuperaron su actividad en los institutos, aunque solamente para los alumnos de Formación Profesional y los de segundo de Bachillerato, los que se tienen que presentar a las pruebas de acceso a la universidad, ABAU, más conocidas como la "selectividad", que tendrán lugar los próximos 7, 8 y 9 de julio.

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El regreso tuvo lugar de forma diferente según el centro de estudios. Por ejemplo, en el IES Valle-Inclán cifran en casi la mitad el número de chavales que optaron por asistir presencialmente. De algo más de un centenar de alumnos matriculados en segundo de Bachillerato, ayer asistieron 47.

El acceso a los centros y las aulas está correctamente indicado con carteles y señalización horizontal. Los estudiantes deben entrar por una puerta y salir por otra. "Están teniendo un comportamiento ejemplar", destacan los profesores del instituto de la avenida de Montero Ríos.

Cada uno debe limpiar su mesa cuando la abandona, así como hacer uso de los geles y soluciones hidroalcohólicas al acceder y abandonar el edificio. Para el profesorado también es un acontecimiento especial. "Podemos darles ánimos para los exámenes y despedir con ellos el curso, que concluye el 8 de junio", indican.

Clara Rivas y Nerea Baeza estudian en el Valle-Inclán. Reconocen que se reincorporaron con ciertos nervios y con la incertidumbre de cómo se iban a desarrollar las clases. Decidieron hacerlo para poder repasar contenidos de cara a la selectividad.

En otros centros, como el IES A Xunqueira I, tuvieron una afluencia casi simbólica de chavales, con uno o dos por aula del centenar de matriculados en el curso. "Tuvimos cuatro a primera hora", informa la directora, Carmina Aguado, profesora de inglés, que en su clase estuvo solamente con la alumna Rosalía Portos, que se prepara para estudiar un ciclo de Ilustración o, en caso de no lograr entrar, Bellas Artes.

Quejas en la Casa da Luz

La jornada de ayer también se caracterizó por la reapertura al público con cita previa de buena parte de la Administración. Fue el caso del Registro Municipal y el Padrón, que comenzarón la actividad presencial en la Casa da Luz, a donde se han trasladado temporalmente mientras se desarrollan los trabajos de reforma de la planta baja de la casa consistorial en la calle Michelena.

La planta baja del emblemático edificio de la Praza da Verdura ha sido acondicionada de modo que cumple con las medidas seguridad sanitarias recomendadas para evitar el contagio del Covid-19 con la incorporación de recorridos señalizados y mamparas de protección.

Estos servicios solo atienden a aquellos ciudadanos que soliciten cita previa en el teléfono 986 85 03 37, de ahí que la línea, atendida por un solo trabajador, se colapsase ante el elevado volumen de llamadas recibido desde la semana pasada. El malestar de los que ayer mismo querían contactar a través de ese número se materializó en el exterior de la Casa da Luz, con numerosas personas aguardando al no ser capaces de ser atendidas telefónicamente.

Paso a paso, la ciudad se incorpora a un nuevo ritmo, muy visible con el ambiente en las calles, que nada tiene que ver con el de hace un mes. Los más precavidos todavía no se animan a hacer vida social, pero sí se dejan ver más paseando o haciendo compras que hasta ahora no realizaban. Eso se nota, también, en el incremento del tráfico rodado, que cayó a mínimos históricos durante el confinamiento, con el regreso, entre otros, de los vehículos de las autoescuelas.

Vuelve la vida a los centros comerciales. Establecimientos de los centros comerciales que permanecían cerrados por no ser considerados esenciales reabrieron ayer por fin sus puertas a la atención al público.

La fase 2 da movimiento a los parkings. Muy lejos de recuperar su actividad habitual, los párking se van llenando por el notable incremento del tráfico rodado. En el Garaje Plaza reconocen que aún están al 10% de su capacidad.

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