Protección Civil de Poio retiró el año pasado más de 300 nidos de avispa asiática en el municipio. Desde enero de este año, la encargada oficialmente de la eliminación es una empresa contratada por la Xunta y que, a través de un convenio con la Fegamp, presta servicio también en Poio.

Sin embargo, cuando el tiempo apremia, los voluntarios de Protección Civil continúan realizando este cometido. Así ocurrió ayer en Raxó, tras el fallecimiento de un vecino de 73 años, o hace cinco días en Samieira, donde fue hallado un nido en la propiedad de una persona alérgica. Para ello cuentan con un equipo de diez personas formadas para este tipo de trabajos.

"Los nidos que se están encontrando ahora se encuentran en lo que llamamos una fase primaria, son los que se empiezan a ver con la llegada del buen tiempo", explica Manuel Vicente, presidente de Protección Civil de Poio.

Ocultos

Las avispas velutinas, o asiáticas, han pasado el invierno refugiadas y empiezan a salir ahora con el calor al exterior. Por ello, estos primeros nidos se suelen encontrar en interiores de muros, ocultos en cornisas, bajo las piedras e incluso en el propio suelo.

Son, realmente, los más peligrosos, porque cualquier persona puede dar con ellos de forma casual y pisarlos o apoyarse, con el consiguiente riesgo para la salud de las picaduras de estos insectos, sobre todo cuando se es alérgico.

En el momento en que la reina considera que cuenta con suficientes obreras, en primavera y verano, es cuando comienzan a construir los nidos en lugares más visibles, como los árboles.

Para eliminarlos en lugares escondidos, asegura Manuel Vicente, se utilizan diferentes métodos, aunque predominan los sopletes o sprays. Es recomendable esperar a que oscurezca para que las avispas ya se encuentren en el interior y muera el mayor número posible. Sobre todo, ha de hallarse dentro la reina, sin la cual no sobrevive el enjambre.