"Es el mercadillo más cómodo del mundo", piropea un cliente que reconoce haber venido "a mirar" en el primer día en el que los ambulantes regresaron al entorno del parque Rosalía de Castro. El soleado día de mayo animó además a muchos vecinos a visitar en la mañana de este sábado los puestos, si bien en un número significativamente inferior al de jornadas habituales.
Pontevedra fue el primer mercadillo de ropa tras el confinamiento y finalizada la mañana los vendedores hacían un balance desigual de ventas, pero con un aplauso unánime al Concello por la organización y la idea de reactivar la venta ambulante. "Nos hace falta, ahora lo que necesitamos es que otros concellos sigan el ejemplo, tenemos que trabajar", pide Daniel Jiménez, una reivindicación compartida por sus compañeros.
Los puestos se distanciaron al menos 3,5 metros y se establecieron carriles unidireccionales de entrada y salida. Los dispensadores de gel hidroalcohólico, guantes y protectores personales fueron otros de los nuevos elementos que incorporó el mercadillo, que amplió sus espacios para que aunque hubiesen acudido los 56 vendedores inscritos todos pudiesen cumplir con las medidas de distanciamiento.
Fueron menos los ambulantes, pero todos expresaron su satisfacción por la reanudación de la venta y por el sistema de control, así como por la colaboración ciudadana. También la concejala de Promoción Económica, Yoya Blanco, mostró su satisfacción porque "todos cumplen las normas estrictamente, tanto los usuarios como los ambulantes, que están contentos por abrir".
Aforo limitado, vigilancia y supervisión de la Policía Local contribuyeron al clima de tranquilidad, "una vuelta a la normalidad con sentidiño", indicó la edil.
Ésta confirmó que la Concellería de Facenda ha establecido que las tasas de ocupación del espacio público no se cobrarán durante el periodo de confinamiento, ya que esa concesión no se hizo efectiva. Por lo que respecta a otras exenciones (el PP demandó ayer que se extiendan a la hostelería) la concejala recordó que "habrá que esperar a ver cómo queda la economía del Concello" para decidir.
Lo que se da por segura a medio plazo es la vuelta del mercadillo al centro. "Forma parte del tejido productivo de la ciudad, más de la mitad de los ambulantes son pontevedreses y dinamiza toda la economía, la hostelería y el comercio", recordó Yoya Blanco, "así que para nosotros y para todas las asociaciones empresariales es importantísimo que la feria vuelva al centro".
A la espera del futuro proyecto para destapar y recuperar el río Gafos, la previsión es que el mercadillo vuelva provisionalmente a Campolongo, si bien la fecha dependerá de quela evolución de la pandemia y por tanto de que los espacios en el céntrico barrio puedan cumplir con las distancias de seguridad exigidas en ese momento. "Es una zona que les gusta" a los ambulantes, destacó la concejala, "que ya conocen y que realmente el público después de los días del Triatlón ya reconocen como un espacio para la feria. Y luego seguiremos estudiando la posibilidad de que se vaya para otro lado".
