La UCI del Hospital Montecelo retomó ayer con normalidad su actividad en el entorno de las 15 horas tras haber permanecido cerrada prácticamente una semana para que se pudiera llevar a cabo una desinfección en profundidad de las instalaciones. Profesionales de Medicina Preventiva dieron en la mañana de ayer el visto bueno a las tareas de limpieza efectuadas en la zona a lo largo del pasado fin de semana y la Gerencia procedió a la reapertura de la Unidad de Cuidados Intensivos.

A partir de ahora, ante la importante merma de pacientes graves por coronavirus, se volverán a ingresar en la unidad pacientes críticos por causas ajenas al Covid-19, puesto que la Gerencia del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra aprovechó las tareas de limpieza para habilitar seis boxes destinados a este fin. Los otros cuatro restantes se reservarán para pacientes graves con coronavirus o para aquellos que presenten cualquier otra patología infecciosa.

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Según explicó el gerente del área sanitaria de Pontevedra e O Salnés, José Ramón Gómez, al principio de la pandemia, cuando ingresó el primer paciente en estado grave por Covid-19 en el Hospital Montecelo, "este se mantuvo aislado en un box de la UCI, mientras que el resto de la unidad continúo funcionando sin problemas, pero en cuanto llegó un segundo caso nos vimos obligados a desalojar los otros 8 puestos restantes debido al riesgo que suponía, de forma que la unidad de críticos se convirtió en un espacio exclusivamente para tratar el Covid-19".

Pacientes sin Covid-19

Tras las tareas de desinfección realizadas durante las jornadas del pasado sábado y domingo, la Gerencia del CHOP procedió a incorporar varios boxes de aislamiento para que a partir de ahora se pueda efectuar también el ingreso de pacientes graves sin Covid-19 en la unidad. En este sentido, Gómez detalló que "tenemos cuatro espacios destinados para pacientes con coronavirus o con cualquier otro proceso infeccioso en estado grave, que permanecerían aislados, y otros seis puestos que serán destinados a pacientes críticos no contagiados".

Cabe destacar que a mayores de habilitar estos boxes específicos de aislamiento, la dirección del hospital aprovechó el cierre para llevar a cabo el repintado de la unidad, la renovación de la iluminación y efectuar también la limpieza de conductos e instalaciones.

La decisión del cierre de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital pontevedrés no estuvo exenta de polémica, puesto que, cuando se anunció la semana pasada, suscitó el malestar entre el personal del centro, sobre todo en los profesionales de enfermería.

Así, el colectivo Enfermeiras Eventuais en Loita vertió sus críticas sobre la dirección, puesto que no entendían "como en plena crisis sanitaria, el Servizo Galego de Saúde deja sin dar uso a su única unidad de cuidados intensivos dentro del CHOP, sin tener en cuenta posibles brotes o el agravamientos de la pandemia que provocarían el ingreso masivo de pacientes", manifestaron.

Respecto a esta cuestión, el gerente afirmó que estas reacciones por parte del personal pudieron deberse a "un fallo de comunicación, al quizás no haber trasladado bien a la plantilla de profesionales qué actuaciones se iban a acometer en la unidad", apuntó el responsable del área sanitaria de Pontevedra e O Salnés.

En este sentido, José Ramón Gómez indicó que "no sería sensato llevar a cabo ningún tipo de obra en la unidad en plena pandemia por el Covid-19" y reiteró que lo que se efectuó fue "una desinfección en profundidad de la UCI, que ya está totalmente operativa", concluyó el gerente.