El segundo episodio tóxico primaveral registrado este año afecta ya a seis de cada diez polígonos bateeiros de Galicia. Las toxinas del género lipofílico se expandieron de tal forma que ya solo las rías de Vigo y Arousa conservan viveros flotantes de los que extraer mejillón para atender los pedidos.

La demanda sigue existiendo, tanto para el mercado de fresco (depuradoras y comercializadores) como para el de industria (conserveras y cocederos), de ahí lo importante que resulta que aún estén disponibles 22 polígonos, quince de ellos en aguas arousanas y los siete restantes, en la ría viguesa.

Según los últimos informes emitidos por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), en este último caso están cerrados los polígonos Cangas F, Cangas G, Cangas H, Cangas C y Vigo A.

En cuanto a Arousa, la prohibición de extracción de mejillón pesa sobre los Ribeira B y C, el Pobra H, los Cambados B, C Norte y C Sur y los cuatro de Meloxo, es decir, Grove C1, C2, C3 y C4.

De cualquier modo, como se explicaba anteriormente, en estas rías aún hay una importante disponibilidad de producto, por lo que se mantiene la actividad en diferentes puertos para abastecer a clientes de toda Galicia, de otras regiones de España e incluso del extranjero.

No tienen la misma suerte en las demás rías, pues absolutamente todas sus bateas están ahora mismo cerradas.

El Intecmar confirma la prohibición de extracción en los dos polígonos de la ría Ares-Betanzos, los cuatro existentes en Muros-Noia, en el de Baiona y en los ocho de que dispone la ría de Pontevedra.