Tan sencillo como que "la I+D+i genera ideas e información y facilita los procesos". El equipo profesional de Ence tiene claro que el posicionamiento estratégico de la biofábrica pasa por situarse a la vanguardia de su sector a través de la investigación, el desarrollo y la innovación: "Buscamos la mejora continua de los rendimientos y eficiencias para ofrecer productos y servicios diferenciados que sean valorados por los clientes, adaptarnos a las necesidades del mercado y, por supuesto, apostar por el ahorro energético y el cuidado del medio", explica en este sentido José Luis Francisco, gerente de I+D+i de Celulosa en la biofábrica, que añade: "Hoy los aspectos ambientales están adquiriendo rango de requisito de calidad, por ejemplo, la reducción de la huella de hídrica y de carbono es el objetivo del desarrollo de algunos de nuestros productos". Augura así a la celulosa un gran futuro como producto renovable que desplazará al plástico en un gran número de aplicaciones.

Mención especial merece en este sentido el proyecto 'Lignospread', desarrollado entre 2015 y 2018 y con el que Ence logró la revalorización de la lignina presente en los licores negros del sector para su transformación en nuevos productos competitivos y medioambientalmente sostenibles. Una apuesta con la que la empresa orientó su centro de producción hacia el concepto de bio-refinería integral: "Ence promueve la certificación de madera, busca el aprovechamiento integral del árbol, produce diferentes calidades de celulosa con etiqueta ambiental, genera energía eléctrica que se vierte a la red y también calor que se destina a una instalación deportiva. Por tanto, cumple todos los requisitos", describe así el experto para pasar a mencionar a Novacell, otro de los proyectos punteros de la biofábrica, actualmente en desarrollo y que se ocupa de la fabricación de nuevas generaciones de micro y nanopartículas de celulosa para su uso en productos industriales estratégicos.

Tampoco se olvida José Luis Francisco de poner en valor el desarrollo de una gama de productos de celulosa con propiedades mejoradas y con aportación de valor añadido como Powercell, "diseñado para reducir el consumo de energía de refinado en las fábricas de papel y sustituir fibra larga por fibra de eucalipto"; o Naturcell, "una pasta con menor grado de blancura y alta resistencia, destinada a la fabricación de bolsas de papel y productos tisú para los consumidores más concienciados ambientalmente". Por último, sobresale también la fabricación de pasta para fibra textil y la fabricación de productos absorbentes (fluff) y es que las producidas a partir de madera tienen menor huella de agua y carbono que la producción de algodón y de fibras artificiales y, además, no generan microplásticos.

Investigación, desarrollo e innovación, en definitiva, "para poner en valor la contribución a la sociedad y el medio ambiente de los derivados de la celulosa, el producto químico orgánico más abundante en la tierra, que tiene el potencial de mejorar el comportamiento de muchos productos y que puede sustituir o disminuir el uso materiales no renovables". Para todo ello, se despiede el experto, "es necesario invertir en conocimiento y así lo hacemos cada día".