El alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín y el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, visitaron ayer el entorno de la ermita de A Lanzada con el objetivo de evaluar la situación de las escaleras de bajada al mar que se vieron afectadas por un derribo este pasado fin de semana. También estuvo presente el párroco responsable de la ermita

Después de comprobar in situ la situación de las piedras del muro donde finaliza la escalera, se acordó que el ayuntamiento presente, a través de un técnico municipal, en las próximas horas, un proyecto de obras de emergencia ante Patrimonio con el objetivo de consolidar la obra de este muro, "ya que comprobamos que existe un peligro real de desprendimiento".

El Concello ya instaló un vallado de protección para evitar que los visitantes puedan acceder a la escalera hasta que quede completamente repuesta y garantizada la seguridad en la zona.

El proyecto necesita del visto bueno de Patrimonio, ya que, aunque se trata de una obra de los años 80, ejecutada por los vecinos para evitar daños de los temporales sobre este espacio, se encuentra dentro del área de protección de la ermita.

Telmo Martín también destacó que Costas del Estado acordó no participar en esta obra ya que, según el informe emitido por este departamento, la zona no afecta al dominio marítimo terrestre.

Socavón en Miraflores

Por otra parte, la pasada semana comenzaron los trabajos para el arreglo del socavón de Miraflores. Se trataba de un agujero de dimensiones considerables que se produjo por filtraciones en la red de pluviales que han provocado el desgaste del terreno y la aparición de este socavón.

Para dar una solución definitiva, hay que recordar que es el cuarto episodio similar desde 2008, la concejalía de Servicios sustituyó 50 metros de tubería de pluviales que transcurren paralelos a la fachada del Pazo Emilia Pardo Bazán para así evitar incidencias similares en la zona.

La tubería existente era de hormigón de 31 cm de diámetro y debido a su antigüedad tenía pequeñas fugas y filtraciones en los empalmes, que acaban provocando estos socavones. La nueva tubería es de PVC con un mayor diámetro de 40 cm, lo que evitará las fugas que se venían produciendo.