"Varanda vai, varanda vén!" Es este año el lema de Ravachol, emblema del Entroido capitalino que ayer volvió a su ciudad para añadir más intensidad a la polémica por la reforma del puente de O Burgo. Si Vamos a Todo ganó el desfile de Carnaval con su hilarante parodia de la obra, unos días después el plumífero mete garra en el tema disfrazándose de la discutida barandilla.

En el disfraz, concretamente en la peana del loro, no falta una imagen de los arcos del puente y las luces led que lo iluminarán, otra alusión que se vio obligado encajar con humor el concejal responsable de la obra, Demetrio Gómez.

Éste acompañó al alcalde, Miguel Fernández Lores, en la presentación de Ravachol, a la que puso música Comando Foucellas y a la que también acudió el edil Xaquín Moreda, otro de los integrantes del grupo de gobierno. Con ellos, decenas de pontevedreses, muchos padres con niños pequeños, se reunieron alrededor de la recreada botica de Perfecto Feijoo para saludar la llegada del plumífero.

La plaza de A Peregrina fue, un año más, escenario del debut, en el que los integrantes de la Asociación Recreativa de Xeve ("madre" del emblema del Carnaval) disfrazaron en directo al popular personaje ante numerosos pontevedreses que no quisieron perderse uno de los momentos más esperados del Entroido capitalino.

Mabel Simal, de la Irmandade do Ravachol, trasladó a los asistentes el mensaje del loro: "Hoxe Ravachol vén de varanda!!! Que se algo nos gusta neste tempo e se en algo é especialista este loro parrandeiro é en apreciar a varanda: a varanda de onte, que xa aproveitou e non deixa máis ca resaca e maniotas; a varanda de hoxe, que é a que a nos está aproveitando e a que nos enche a noite de ruído e de balbordo, sexan cantos de ledicia ou boureos de borrachíns; e a varanda de mañá, esa á que soñamos chegar co mesmo humor e ganas de algarabía que temos agora. Cada tempo ha traer os seus padeceres, pero a varanda que nunca nos falte".

Desde hace dos meses un equipo de 12 personas trabaja para confeccionar el loro, que a su vez desde hace 11 años mide 2,40 metros. Pesa 280 kilos y en su confección se han empleado más de un centenar de boas y entre 80 y 100 plumas que se emplean específicamente para realizar las alas y la cola.

Sus "padres" explican que el proceso de confección del loro arranca con la realización de una estructura de madera que sirve de esqueleto. Una malla de gallinero ayuda posteriormente a darle forma y se rellena de viruta, muchas horas de trabajo para elaborar a este anarquista que, un año más, invita a los pontevedreses a "esquecer as penas", recordó Mabel Simal, "a fame do corpo e das ánimas para encher a nosa cidade de ledicia, festa e diversión. E varanda vai, varanda vén!".