El pleno municipal aprobó este lunes la nueva ordenanza de movilidad de Pontevedra, que regula entre otras cosas las medidas de los "lombos" reductores de velocidad en la ciudad y el uso de bicicletas y vehículos de movilidad personal (patinetes) en el espacio público, así como la limitación de la velocidad a 10 kilómetros por hora que se reduce incluso a 6 km/h en los espacios de convivencia entre vehículos y peatones. La normativa se aprobó con los votos que suman BNG y PSOE (14) con la abstención de PP y Ciudadanos (10).

Por otra parte, el gobierno bipartito rechazó la moción del PP que proponía que la corporación inste al Estado a abonar Galicia los 370 millones de euros que le debe. Se refiere a los 200 millones por el IVA de 2017 y 170 por cumplir el techo de gasto. En el debate de esta moción se colaron asuntos de política estatal, como el conflicto catalán, las condenas por corrupción al Partido Popular, o los ERE del PSOE andaluz.

Por unanimidad de los grupos se aprobó la adhesión del Concello de Pontevedra a los procesos de selección de personal que realiza la Academia Galega de Seguridade en cuanto a efectivos de la Policía Local, una proposición del PP para mejorar los parques infantiles respecto a su accesibilidad y para hacerlos plenamente sensoriales, y otra propuesta sobre la reforma integral de la rúa da Torre y travesía de Francisco Asorey.

Se rechazó, con los votos de BNG y PSOE una moción de Ciudadanos para bonificar el impuesto de vehículos para los híbridos, eléctricos y los que utilicen como combustible el biogás.