El vídeo con un camionero persiguiendo por la carretera antigua de Marín, a las puertas de la factoría de Ence, a dos ciclistas martillo en mano y profiriendo graves amenazas se viralizó a finales de 2018 cuando se produjeron los hechos.

El asunto ha tenido posteriormente su recorrido en los juzgados de Pontevedra y la Fiscalía ya ha presentado el escrito de acusación contra el transportista, F. J. L. F., a quien considera autor de dos delitos leves de lesiones y amenazas y uno de daños.

Aunque la repercusión de aquel vídeo fue muy elevada y encendió el debate sobre la protección hacia los ciclistas en carretera, a nivel penal, el reproche que solicita la Fiscalía para la actuación de este transportista no va más allá de la petición de sendas multas por cada delito.

Así, en lo que respecta al Ministerio Público, considera que debe ser condenado a tres meses de multa a razón de 10 euros diarios por el delito de lesiones leves hacia uno de los ciclistas (900 euros); otros dos meses de multa a razón de diez euros día por el de amenazas (hacia el segundo de los ciclistas, lo que supone 600 euros) y 14 meses de multa (4.200 euros) por los daños que causó a bicicletas y al casco de uno de lo deportistas. Además, solicita que indemice a las víctimas con 8.877 euros por los daños causados (incluido una secuela de estrés postraumático que tiene uno de ellos a consecuencia de estos hechos), así como por los daños ocasionados en bicicletas y cascos. También pide que indemnice al Sergas en 779 euros por el coste de la asistencia al ciclista lesionado.

La Fiscalía explica que sobre la una de la tarde del 25 de octubre de 2018 el acusado entraba con su camión por la vía de acceso de la factoría de Ence cuando los dos ciclistas dejaron sus monturas y se encaminaron a la cabina, subiendo uno de ellos al estribo y llamando a la ventanilla y otro golpeando la puerta, pidiéndole que bajase para recriminarle un presunto incidente de tráfico anterior con ellos.

El camionero, "enfadado", bajó con un martillo en la mano y persiguió a A.M.I.A. mientras le decía "ven aquí hijo de puta, ven aquí que te mato, cabrón" sin lograr darle alcance. Sí que cogió la bicicleta de este, golpeándola con el martilo y tirándola a la maleza.

Luego se dirigió hacia el segundo ciclista, D. S. I., y el golpeó con el martillo en el hombre y en el casco que llevaba en la cabeza diciéndole "márchate que te mato". El ciclista sufrió un traumatismo craneoencefálico leve pero tuvo como complicación sobrevenida un trastorno por estrés postraumático.