"Un día me hacía daño el camisón, me lo quité y tenía dos bultos que no había visto nunca y pensé esto pasará con un poquito de crema. Había que quitarlo inmediatamente porque era muy grave. El proceso de verme sin pecho, sin pelo, sin cejas, con la cara acartonada, fue terrible, pero hay que pasarlo. Así que cogía las botellas del drenaje, las metía en un bolso y me iba a pasear.