El fiscal mantiene la petición de 12 años de cárcel para el empresario portugués acusado de intentar matar a su mujer en un hotel de Vigo en mayo de 2016. Ayer concluyó el segundo juicio de este caso, que tuvo que ser repetido por orden del TSXG.

Tras esta revisión del juicio, el fiscal mantiene la pena, mientras que la defensa pidió la absolución o, de forma subsidiaria, se castigue como delito de lesiones con utilización de instrumento peligroso.

La acusación particular se sumó a las tesis de la Fiscalía para pedir la misma pena, si bien solicitó que se incremente la cantidad en la que debe indemnizarse a la víctima, porque continúa a tratamiento desde que sucedieron los hechos, al padecer estrés postraumático.

En la segunda sesión de este juicio testificaron los forenses que certificaron que la víctima recibió hasta cinco fuertes golpes en la cabeza, propinados con un objeto contundente y que se trataba de heridas "de gran intensidad" y de "un impacto muy grande" sobre la víctima.