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Salinas de Ulló: refugio perfecto de invierno

Numerosas especies de aves migratorias utilizan el espacio natural protegido de Vilaboa para pasar la estación

Bandada de aves sobrevolando las Salinas de Ulló. // G.S.

Reconocidas como un espacio natural protegido, Lugar de Interés Comunitariode la Red Natura 2000, las Salinas de Ulló son un refugio perfecto para que recalen las aves, tanto las hibernantes como las de paso migratorio. En sus aguas y sus rincones, encuentran donde refugiarse y alimentarse. Son el lugar perfecto para descansar en la estación fría, convirtiéndose en todo un espectáculo para la vista y el oído humanos.

De este modo, en este paisaje intermareal se pueden ver, valgan como ejemplo, patos que se dirigen al sur, a Doñana muchos de ellos, o al continente africano y que paran a descansar para después continuar su ruta.

"Las especies que vienen aquí a pasar el invierno completo ya llegan un poco más tarde. Empiezan a llegar en el mes de octubre, noviembre, diciembre y enero ya son meses altos y en febrero empiezan a disminuir. También influye el clima, porque si es bueno se marchan un poco antes", explica Gustavo Ferreiro, de la asociación Seo BirdLife, que añade que "las fechas de emigración son diferentes de unas especies para otras".

Además del pato silbador, que en este lugar tiene uno de los mejores de Galicia, en esta zona destacan también las limícolas (que viven en el barro o lodo) como el andarríos chico, el chorlito gris, el archibebe común, el correlimos y otras especies de gran interés y belleza: garza real, cormoranes, martín pescador...

Asimismo, la zona acoge al menos a cuatro especies de gaviotas distintas y es un lugar ideal por la cercanía a la que se pueden observar, a simple vista o con ayuda de unos prismáticos. "Es muy sencillo estudiarlas, sobre todo en lo relativo al plumaje", indica Ferreiro.

Las aves en general cambian de plumas dos veces al año porque lo necesitan por desgaste de la lluvia, el viento y el sol. En ese momento de cambio aprovechan, algunas de ellas, para aportar colorido. "Muchas ya lo están haciendo ahora y es lo que se conoce como el período nupcial, para buscar pareja de cara a la primavera", asegura el divulgador de Seo BirdLife.

Todas estas aves están protegidas y entre las más difíciles de avistar destaca el águila pescadora. Aunque desde la organización conservacionista tienen controladas al menos tres ejemplares en la zona, no siempre es fácil lograr verlas.

Ferreiro subraya la importancia de valorar espacios como las Salinas de Ulló y la necesidad de divulgar el conocimiento en esta materia "para que ayude a conservar".

"Voando nas Rías Baixas"

Gustavo Ferreiro y Encarna González son los guías de las rutas "Voando nas Rías Baixas", organizadas por la Diputación de Pontevedra y con asistencia gratuita, que comenzaron esta nueva entrega de invierno con la realizada por las Salinas de Ulló y la Ensenada de San Simón. Participaron una veintena de personas, muchos de ellos ya casi expertos en el tema por haber tomado parte en la edición del año pasado.

"No solo es algo lúdico, que también, sino dar a conocer con la gente de nuestro entorno lo que tenemos aquí cerca. Lo que no se conoce no se protege. En la conservación nos tenemos que implicar todos, no podemos dejarlo solo en manos de las Administraciones", considera Ferreiro.

Solo en esta primera salida, la relación de aves avistadas es muy larga: bernacla carinegra, ánade azulón, silbón europeo, garza real, garceta común, cormorán grande, busardo ratonero, chorlito gris, zarapito trinador, correlimos común, andarríos chico, archibebe claro, gaviota reidora, gaviota patiamarilla, gavión atlántico, charrán patinegro, paloma torcaz, tórtola turca, halcón peregrino, urraca común, corneja negra, carbonero garrapinos, chochín paleártico, estornino negro, mirlo común, petirrojo europeo, colirrojo tizón, gorrión común, lanvadera blanca, verderón común...

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