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El trabajo contra la mayor lacra social

La Guardia Civil cierra el año con 5 casos de abusos a menores y 573 activos de violencia de género

El Emume es el equipo especializado que asume las intervenciones en la provincia de Pontevedra -"Cuando una mujer va al cuartel a poner una denuncia es casi a la desesperada", recuerda el responsable del grupo

Mujeres con pancartas en una concentración contra la violencia de género en Pontevedra. // Rafa Vázquez

El Equipo de Mujer y Menor (Emume) de la Guardia Civil de Pontevedra ha cerrado el año con un caso de trata de mujeres, cinco de abusos sexuales a menores y a día de hoy tiene 573 activos en VioGen, el Sistema de Seguimiento Integral de Violencia de Género. De estos últimos, 391 cuentan con medidas judiciales y siete están incluidos en el nivel de alto riesgo. La mayoría de las víctimas de violencia de género de estos casos cuentan con orden de protección.

Son todos casos de la provincia de Pontevedra, excluyendo la demarcación de la Policía Nacional, que es quien tiene competencias en esta materia en las ciudades de Pontevedra, Marín, Vilagarcía, Vigo y Redondela.

Este equipo ha sido reconocido con una mención honorífica de los Premios Meninas por su trabajo en la lucha contra el machismo, una de las mayores lacras de la sociedad actual.

Además de estos grupos, la Guardia Civil, debido a su especial idiosincrasia y distribución territorial, cuenta en cada puesto con puntos de atención especializada, conformados por agentes con el curso Emume realizado y que están en la Policía Judicial. Están en Pontevedra, Vigo, Tui, Cambados y Lalín.

"El grueso de las actuaciones de violencia de género lo llevan los puestos de la Guardia Civil: diligencias, primeras atenciones, seguimiento y protección de la víctima. El Emume se hace cargo de los casos más conflictivos, algunas diligencias más complicadas a la hora de la estructura familiar o particular y de los homicidios, agresiones y abusos sexuales", explica Francisco Javier Quiroga, jefe del equipo en Pontevedra.

Recursos y atención

El papel de la Guardia Civil en esta materia es crucial, especialmente en aquellas localidades del rural en las que las mujeres cuentan con menos recursos, tanto de información como de atención. "Tenemos que reconocer que aunque nuestra labor es importantísima, cuando una mujer va al cuartel por iniciativa propia a presentar una denuncia es el último recurso que tiene y casi a la desesperada, estoy convencido", reconoce Quiroga.

Destaca que no existe un perfil de mujer maltratada, "igual que no hay un perfil claro sobre el agresor".

La actuación es muy "metódica", asegura el responsable del equipo, puesto que la víctima necesita asesoramiento y ofrecerle unas actuaciones.

Primero se le da asistencia médica y psicológica y se analiza su entorno social, con especial hincapié en si hay niños. Además, tendrá el apoyo gratuito de un letrado especializado.

"El engranaje institucional funciona hoy mejor que hace diez años. Hay una coordinación muy intensa con la Xunta, los Centros de Información a la Mujer de los ayuntamientos y el resto de cuerpos policiales, entre ellas los locales", añade Francisco Javier Quiroga, que indica que esta última cuestión es importantísima dada la dispersión poblacional en Galicia. Para ello se utiliza un protocolo específico a nivel nacional.

En este sentido, destaca que la relación entre los agentes y las trabajadores sociales de los CIM debe ser muy estrecha. "El mayor problema social que tenemos hoy día es la violencia de género y hay que trabajar muy duro para solventarla. Esa colaboración tiene que ser perfecta y el trato tiene que ser de tú a tú", recalca.

De hecho, muchas de las víctimas que toman la decisión de poner denuncia ante la Guardia Civil lo hacen aconsejadas por las trabajadoras del CIM. "Algunas incluso acompañadas por ellas", puntualiza el responsable del Emume en Pontevedra.

Es consciente de que queda mucho trabajo por hacer y que la educación en la familia es fundamental. "Si por un lado se educa y por el otro se deseduca, no hacemos nada; son dos fuerzas encontradas. Hay que interiorizar conceptos", concluye.

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