Urbanismo considera el incremento de habitantes en el casco histórico como un éxito de la regulación de los usos no residenciales con la que nació el Peprica en 2003. Con él se pretendía evitar la "avalancha" de locales de copas con actividad musical y controlar su proliferación. En aquel caso, la concesión de licencias también estuvo supervisada por la Comisión de Seguimiento que analizó las numerosas peticiones para instalar locales de copas (pubs, discotecas y cafés conciertos) incluso en segundas plantas de inmuebles. En aquel momento, era preciso evitar la tercerización del centro histórico para que no se convirtiese "en un parque temático de ocio nocturno con muchas viviendas desocupadas". Ahora, la Comisión volvería a analizar estas licencias deuso hotelero para evitar también procesos perniciosos para el casco histórico.