"Era presumido", "nos decía que iba al Caribe con la familia", "tenía un nivel de vida alto". Esta fueron algunas de las frases que pronunció una de las testigos que declaró ayer en el juicio que se sigue contra Fabricio Fernández Aguín, excontable de la cofradía de O Grove, acusado de un malversación de caudales públicos. Se le acusa de apropiarse de 580.000 euros, aunque él solo reconoce haberse quedado con 220.000 por su problema de ludopatía.

Los testigos que declararon ayer fueron en su mayor parte trabajadores y cargos del pósito de O Grove que coincidieron con Fabricio Fernández en la cofradía. La secretaria del pósito y quien se ocupó de sus tareas tras ser apartado explicó que nunca vieron "cosas raras" a la hora de manipular el dinero en efectivo de la venta en pescadería y que el gerente de esta vendeduría le entregaba la recaudación al acusado, que era una de las tres personas que tenía acceso a esta caja fuerte. El juicio proseguirá hoy.