El próximo jueves se cumplirán cuatro años del asesinato de Manuel Rivas Muiños a manos del que fuera pareja sentimental de su mujer, Marcos Vidal González. Ocurrió en Ponte Caldelas el 28 de noviembre de 2015 y no fue hasta hace apenas unas semanas, el pasado 7 de noviembre, que se dictó la sentencia por la que se condenaba a Marcos Vidal a 18 años y seis meses de prisión como autor de un delito de asesinato con alevosía y enseñamiento.
Detenido ese mismo 28 de noviembre de 2015, el juzgado de instrucción dictaba su ingreso en prisión provisional el 30 de noviembre de hace cuatro años. Sin embargo, la falta de una sentencia condenatoria hacía que a lo largo de todo este tiempo Marcos Vidal permaneciese en prisión provisional cuyo plazo máximo es de cuatro años de forma improrrogable. Esta sentencia de la Audiencia aún no es firme, ya que puede ser recurrida ante el TSXG, pero permite la posibilidad de prolongar esta prisión provisional al menos en la mitad de la pena impuesta por el tribunal de instancia, si el fallo es recurrido.
Plazo máximo
Y esto es lo que ha hecho la Fiscalía de Pontevedra. Para evitar cualquier situación problemática al consumirse el plazo máximo de cuatro años de prisión provisional, el Ministerio Público se ha adelantado ya a presentar su propio recurso ante el TSXG para pedir que se revise la condena (solicita un aumento de la pena de prisión impuesta) y al mismo tiempo solicitó la celebración de una vista oral para ampliar la prisión provisional dictada en su día para el acusado.
Así las cosas, tras presentar el recurso, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra citó a las partes el pasado viernes para celebrar una vistilla en la que se acordó esta prórroga de la prisión provisional en la que estuvieron de acuerdo todas las acusaciones salvo la defensa del acusado. Al persistir el riesgo de fuga, la Audiencia ordena prorrogar la prisión provisional para Marcos Vidal a la espera de que el TSXG resuelva el recurso presentado por la Fiscalía.Una prórroga que se realiza por un máximo de la mitad de la pena de prisión impuesta inicialmente, es decir, nueve años y tres meses, tiempo más que suficiente para la resolución de los diferentes recursos judiciales.
En su apelación ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, el recurso del fiscal ataca exclusivamente uno de los atenuantes que tuvo en cuenta en jurado popular a la hora de valorar la prueba realizada en el juicio que se celebró en la Audiencia de Pontevedra: las dilaciones indebidas.
El Ministerio Público considera que los casi cuatro años transcurridos entre el crimen y la celebración del juicio no implicó una demora no justificada por parte del juzgado de instrucción ni posteriormente por parte de la Audiencia Provincial.
Dilaciones indebidas
Recuerda el fiscal que a pesar de que el acusado reconoció ser el autor material de los hechos desde el primer momento en el que se produjeron, eso no implica que el juzgado de instrucción no tuvieraque realizar igualmente múltiples diligencias de investigación. Se señala que en el fallo no se recogen cuáles fueron los lapsos temporales en los que el proceso estuvo parado de forma injustificada y resalta también que fue el propio acusado quien, con sus constantes cambios en su declaración, propició la realización de nuevas diligencias y la interposición de múltiples recursos al intentar implicar a la viuda en el crimen, algo que luego descartó la Audiencia.
Es por ello que el fiscal solicita en su recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que aumente la pena impuesta por la Audiencia Provincial y le imponga a Marcos Vidal González una pena de 20 años y un día de prisión.
