El relevo al frente de la Brigada Galicia VII es efectivo. El general Luis Cortés Delgado ya manda la Brilat tras el acto de toma de posesión que tuvo lugar ayer en la base General Morillo de Figueirido. Una ceremonia que estuvo presidida por el general jefe de la División Castillejos, en la que se encuadra la unidad, Fernando García González-Valerio.

Con el traspaso del guión de la Brigada al nuevo general por parte del jefe en funciones, el coronel Manuel Pérez López, del Regimiento Príncipe; se cedió oficialmente el mando de una Brigada que afronta 2020 con el principal reto de formarse y entrenarse para actualizarse y cumplir con los objetivos establecidos para 2035. Ese año, las distintas brigadas del Ejército español deben estar preparadas y modernizadas con el objeto de hacer frente a los nuevos desafíos que presenta el cambiante escenario internacional. "Nuestro Ejército tiene un importante reto y debemos poner nuestro esfuerzo en adoptar y renovar permanentemente las tácticas, técnicas y procedimientos que nos permitan ser los más fuertes y mejores en cualquier misión que se nos encomiende", subrayó el general en el primer discurso que dirigió a los hombres y mujeres de la Brilat.

En esa misma alocución, Luis Cortés ya adelantó que la "preparación será, como no puede ser de otra manera, nuestro principal objetivo" para este año. Un mensaje que luego reiteró ante los medios de comunicación.

Cortés Delgado no dudó en señalar que su primer reto "importante" como general de la Brigada Galicia será "buscar espacios donde pueda prepararse la unidad". Aunque inicialmente no está previsto ningún despliegue internacional para la Brigada en 2020 (regresaría a las misiones en 2021), Cortés señaló que el próximo año será fundamental para la Brigada en cuanto a su actualización y adiestramiento. El general recordó que a partir de enero del año próximo la Brilat y una Brigada pesada del Ejército serán objeto de una especial atención en esta materia: "Lo que se va a hacer es volcar el esfuerzo de preparación completo durante un año dedicándo a esta unidad más recursos de adiestramiento que a otras", de ahí la importancia de aprovechar esta oportunidad para formarse.

El gran reto para el general, según explica, será buscar los terrenos necesarios para poder sacar el máximo partido a esta inyección extra de recursos. "Dentro de un cuartel no se pede adiestrar a la infantería, a la caballería y a la artillería" juntas y por eso sostiene "que hay que buscar nuevos espacios".

En cualquier caso, Cortés subraya que esto "lógicamente" se tendrá que hacer "en connivencia con los vecinos, con las autoridades regionales y con los dueños de los terrenos" con el objeto de poder "practicar fuera de este pequeño campo de maniobras que tenemos en la base". Y es que cabe recordar que las dimensiones del actual acuartelamiento militar, así como su zona de entrenamiento, se redujeron ostensiblemente hace unos años cuando el juzgado devolvió a los comuneros la propiedad de los terrenos que utilizaban los militares para sus maniobras.

Cortés explicó que ya han hecho algunas averiguaciones y han analizado algunos enclaves aunque prefirió no desvelar ninguna localización. En cualquier caso, sí reconoce que no pueden estar muy alejados de la base, precisamente para evitar que la logística del desplazamiento de un gran número de vehículos, material y soldados encarezca más de lo necesario unas maniobras en las que, recordó, se utilizan recursos pagados con los impuestos de todos los españoles.

Luis Cortés insistió, en todo caso, que las máximas por las que se desarrollarán las maniobras en todos aquellos puntos en los que se llevasen a cabo serían: "seguridad, planificación, preparación y respecto al medio ambiente".