Las obras de peatonalización de la calle Lepanto concluirán esta semana, si bien su entronque con San Antoniño quedará resuelto el 5 de noviembre. El alcalde de Pontevedra, Miguel Lores, que este martes visitó la obra, expresó su confianza en que la mejora de esta calle sirva para revalorizar los bajos comerciales de la zona y para que se incremente la actividad económica en la calle. "Eso ya pasó en Virxe do Camiño, está pasando en O Gorgullón y pasó en general en toda la ciudad", aseguró Lores.

En Lepanto, además de la renovación de todo el pavimento para lograr una plataforma única de tránsito peatonal, se sustituyeron por completo los servicios soterrados, se mejoró la iluminación y se creó una pequeña plaza en la esquina con Benito Corbal, al lado del edificio de la Xunta destinado a colectivos sociales.

El sentido del tráfico para servicios y residentes será desde Benito Corbal a San Antoniño.

Con esta obra se remata la renovación de todas las perpendiculares de Benito Corbal con Loureiro Crespo y San Antoniño, apuntó el alcalde. La reforma de Lepanto, última calle arreglada en este ámbito, supuso una inversión de 183.000 euros.

"Esta era una obra necesaria porque había que cambiar los servicios, y también la estética en general de la calle, la iluminación y la accesibilidad; de modo que rematamos toda una área importante de la ciudad con criterios de calidad urbana, de calmado de tráfico y de accesibilidad universal", concluye Lores.