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Un voluntariado en Marruecos como viaje de fin de curso

Alumnos del IES Frei Martín Sarmiento vuelven tras una experiencia única donde han dado clases de español a niños

Normalmente cuando un estudiante piensa en su viaje de fin de curso le vienen a la cabeza destinos como Malta o Italia, que de hecho eran los que tenían en mente el alumnado de 1º de Bachillerato de Economía del IES Frei Martín Sarmiento. Sin embargo la profesora de esta asignatura les propuso realizar un voluntariado y dedicaron todo el curso pasado a conseguir fondos para hacerlo posible.

Marta Caramés, Paula Cerqueiro, Fátima Veiga, Inés González, Mónica Junquera, Dani Loira, Diego Abal, Carlota Cascallar, Iria González y Mohamed Tissir buscaron diferentes ONGs con las que colaborar. Finalmente eligieron África soy yo, una ONG que trabaja con niños en distintas escuelas de Er-rachidia, Marruecos.

Campaña de crowdfunding

Ya con la organización y una vez la profesora visitó el lugar empezaron con una campaña de financiación que fue desde ir puerta por puerta a diferentes empresas de la ciudad hasta crear una campaña de crowdfunding. A final de curso, y viendo que aún no llegaban al objetivo, decidieron dejar el viaje para septiembre y comenzaron a vender rifas y salieron a pedir dinero para el proyecto. De este modo consiguieron alrededor de 6.000 euros que les permitieron hacer le viaje.

Durante una semana, y acompañados de la profesora y una de las madres, los menores han convivido en una habitación con baño para diez, dando clases por la mañana y por la tarde de español a niños de entre 3 a 12 años, separados en dos clases. Cuando se les pregunta lo tienen claro, lo mejor fue "el trabajo con los niños, pensábamos que serían más tímidos con nosotros, pero eran muy cariñosos y siempre querían jugar. Además lo querían compartir todo con nosotros".

Entre lo peor, recuerdan la conducción algo temeraria, las comidas demasiado especiadas o un viaje de diez horas hasta el aeropuerto sin ir al baño por el estado de estos. Momentos que son ahora anécdotas y que quedan para recordar entre risas. Además la experiencia les sirvió a dos de las alumnas para reafirmarse en su deseo de querer estudiar Educación Infantil y los padres, que al principio se mostraban contrarios al viaje, ahora se sientes agradecidos de que sus hijos hayan vivido esta experiencia.

Una promesa de volver

Nada más comenzar a recordar la aventura aclaran que piensan repetir la experiencia: "Tenemos pensado volver, no sabemos cuándo y no será con el instituto, pero vamos a volver". Ya planean la posibilidad de hacerlo una vez terminen la selectividad. y sea como sea saben que quieren volver a la región. Ahora intentan volver a la realidad. Volvieron el pasado sábado del voluntariado y en seguida comenzaron las clases de 2º de Bachillerato, un curso que saben, será decisivo. Mientras se adaptan a la rutina repasan fotos de la excursión al desierto, los días en Marrakech o la fiesta de despedida con los niños donde les pintaron las manos con henna y vistieron sus trajes regionales.

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