Un total de 24 voluntarios, entre ellos diez de la asociación Juan XXIII, iniciaron hoy domingo la campaña número 19 de limpieza de Os Gafos, a cargo de la asociación Vaipolorío. Este estreno se centró en el tramo urbano, con tres grupos que "peinaron" el recorrido desde Rosalía de Castro hasta la desembocadura y entre la estación de autobuses y Alcalde Hevia.

Gonzalo Sancho, presidente de Vaipolorío, considera que con la actuación de esta mañana quedó zanjado, de momento, este tramo, que se considera "el mayor escollo porque hay muchas piedras y es muy resbaladizo". En total se estima que se retiraron unos 120 kilos de basura, con materiales tan llamativos como un extintor, dos aspiradoras y gran cantidad de fruta (una piña, calabazas, plátanos y limones, entre otras variedades) arrojada en Ponte Boleira.

Tras la jornada de hoy, el campaña vivirá su segunda etapa el próximo domingo, cuando los voluntarios se adentren en el tramo rural de Os Gafos, declarado Espacio Natural de Interés Local (ENIL) hace muy pocas fechas.

Esta iniciativa, además de contribuir a la retirada de residuos del cauce fluvial, pretende "dar un toque de atención a las administraciones" para que se involucren en su cuidado. Vaipolorío reitera su demanda de que se destape el tramo cubierto del río en Campolongo, una posibilidad que analiza ya el Concello, aunque a medio-largo plazo. Otro tramo cubierto, de mucho menor longitud, se destapará mucho antes con motivo de las obras de reforma de la estación de autobuses. Se trata de la zona oculta bajo el ramal de salida de la terminal, entre la rúa da Estación y Josefina Arruti.

La campaña se desarrolla inicialmente durante cinco domingos hasta concluir el 25 de agosto. Tras la colaboración de Juan XXIII, en días futuros intervendrán voluntarios de la Asociación Arela, así como niños de 7 a 12 años de la Ludoteca Tékere.

Vaipolorío confía en que el Concello pueda avanzar en la ampliación del paseo del río hasta la zona de O Marco, para lo que sería necesario que la administración reubique a sus ocupantes, un colectivo "delicado y sensible" y que residen en un poblado de chabolas. Su presencia junto al río es, según Sancho, "un estorbo grande porque echan aceites y materiales de desecho", ha lamentado.

En general, Gonzalo Sancho ofrece un balance satisfactorio de las campañas de limpieza del río Gafos, en tanto "es preciso su mantenimiento" para evitar la acumulación de residuos. "Si no volvería a estar como lo encontramos hace 19 años", afirma.