La palmera que hace unos días perdió todas sus ramas y la corona se desplomó a causa del ataque de unos hongos en Villa Pilar, fue retirada ayer en su totalidad de esos jardines. Una empresa especializada trabajó en la tala del tronco, lo único que quedó en pie después de que la pasada semana se cayeran todas las ramas, en un accidente que no causó daños personales. El suceso ocurrió en la madrugada del domingo en el emblemático edificio de 1905 de la calle Riestra. Aunque el picudo rojo es la principal amenaza, no fue este escarabajo el causante de la fulminante enfermedad de este ejemplar, sino la presencia del hongo Fusarium, que provoca la pudrición interior de la corona.