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Protestas por la supresión de una de las tres profesoras del colegio de Verducido

Inspección comunicó a última hora del pasado martes que eliminará una de las dos plazas fijas del centro - Los afectados celebrarán hoy una cacerolada de protesta

La concentración que celebraron ayer padres y alumnos y que inicia las movilizaciones de la comunidad escolar de Verducido. // Rafa Vázquez

Padres y alumnos del colegio de Verducido se concentraron ayer a las puertas del centro para denunciar la situación en la que quedará el próximo curso la escuela rural, después de que la Xunta confirmase que suprimirá una profesora a pesar del compromiso público del jefe territorial de Educación, Cesar Pérez Ares, de que se mantendría sin cambios el centro.

Educación, por su parte, justifica la medida en la bajada de matrículas, que pasa de 37 alumnos en el curso que finalizó el pasado viernes a los 31 inscritos para el 2019-2020. Así, cumplirá una parte del compromiso y mantendrá el centro pero reducido al 50% de las plazas fijas.

Tras carteles en los que podía leerse Necesitamos todas as nosas mestras y Na defensa da escola rural, un pequeño grupo de afectados representó a la comunidad escolar en una improvisada protesta. Ésta se celebró unas horas después de que la Inspección comunicase oficialmente a la dirección que el centro no contará el próximo curso con una de sus profesoras.

Se trata de una pérdida grave, una de las dos únicas plazas fijas del colegio (ya que la profesora de Primaria cambia cada curso mediante sustituciones) y que repercutirá en la práctica en el cierre de una de las aulas de Infantil.

Quedarán operativas a partir del próximo curso dos aulas, la de Infantil y otra para alumnos de primer y segundo curso de Primaria, ya que para mantener esa segunda clase de párvulos la Xunta exige que al menos el centro cuente con 17 menores de 3 años escolarizados, cifra que no se alcanza en el caso de Verducido.

Ajenas a las cifras a las que alude la administración, las familias entienden que la medida significa de hecho "dar la puntilla" al centro rural, "una hipocresía cuando la administración gallega afirma que quiere incentivar las zonas del rural y ayudar a su población", señalan las familias.

Los padres estudian un calendario de protestas para exigir a la Xunta que mantenga esa segunda aula de Infantil. El siguiente será paso una cacerolada que se celebrará hoy a partir de las 20.30 horas y en la que analizarán otras posibles acciones para reivindicar que "la calidad de la educación que recibe un niño en Galicia no dependa de la zona en donde vive" y que la administración mantenga la plaza docente ahora suprimida.

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