La Escola de Canteiros de Pontevedra podría sumar Notre Dame a su lista de grandes monumentos del mundo en los que ha dejado su impronta. Como si de una antigua marca de cantería se tratase, el centro dependiente de la Diputación de Pontevedra ha realizado trabajos para edificios tan emblemáticos como el Capitolio estadounidense, la Sagrada Familia en Barcelona, o las catedrales de Westminster y Santiago de Compostela.

La Alcaldía de París acaba de responder positivamente al ofrecimiento de la escuela para colaborar en la reconstrucción de Notre Dame, devastada por un fatídico incendio el pasado 15 de abril.

El gobierno local francés "agradece" el gesto y "toma nota", a la vez que anuncia que contactará con la institución provincial cuando esté concluido el análisis "sobre las necesidades existentes" de la catedral.

"Nos ha realmente emocionado y estamos profundamente agradecidos", escribió a la Diputación Patrizzianna Thiellay, representante diplomática del Ayuntamiento de París.

La presidenta del gobierno provincial pontevedrés, Carmela Silva, había escrito a Anne Hidalgo, la alcaldesa de capital francesa, para trasladarle la ayuda de los profesionales de la Escola de Cantería y poner en valor su amplia formación y cualificación, explicando que están muy "demandados para este tipo de trabajos específicos en piedra".

Javier Diéguez, vicepresidente de este colectivo, explicaba tras el incendio del histórico inmueble francés que los canteiros gallegos pueden ser de gran ayuda en el tratamiento de la piedra de estos grandes monumentos.

Añadía, además, que en Notre Dame lo tendrían incluso más "fácil", dado que se trata "de piedra caliza, algo más blanda que el granito con el que solemos trabajar en Galicia".

En la escuela no solo reciben formación en cantería de construcción (familiarizándose con el trabajo con máquinas), sino que gran parte del aprendizaje, "con muchas horas de práctica y de experiencia", tiene como objetivo adquirir destreza en el "trabajo de la piedra de forma artesanal y con herramientas tradicionales". Unos conocimientos que Diéguez considera "imprescindibles" para poder ejecutar rehabilitaciones de este tipo en monumentos con un gran valor histórico y artístico. Además, recalca que hay muy pocos centros, al menos a nivel estatal, que impartan una formación tan específica como ocurre en la Escola de Poio. De hecho, es el único de sus características en la península.

Esta buena acogida del ofrecimiento llega en un momento especialmente sensible para el alumnado y profesorado de la Escola de Canteiros, que hace unos días salió a la calle para recoger firmas para la homologación de su título.