El Ministerio de Defensa informó ayer de que los cuatro militares de la Brilat que jugaron un papel decisivo a la hora de repeler el atentado yihadista con dos coches bombas contra la base de la Unión Europea en la misión que se desarrolla en Mali serán condecorados con sendas Cruces del Mérito Militar.

Dos de ellas serán Cruces con distintivo rojo, es decir, aquellas reservadas a acciones de combate, y son concedidas a los soldados del batallón Zamora de la Brigada Galicia Richard Ríos y Daniel Gómez, siendo ambos los militares que estaban de guardia en la puerta de entrada al centro de entrenamiento de Koulikoro el 24 de febrero. El fuego de ambos permitió neutralizar al primero de los coches bomba cuya misión era abrir hueco en el principal acceso a la instalación militar para que el segundo vehículo pudiera detonar 500 kilos de explosivo dentro del recinto. Al ver que el primero de los coches no cumplió su objetivo gracias a la acción de los soldados de la Brilat, los terroristas lo hicieron explosionar en la puerta del centro sin lograr causar bajas entre los militares de la misión. Dos militares malienses que formaban parte de la guardia con los españoles, resultaron heridos, aunque fueron rápidamente atendidos por los servicios médicos.

Por esta misma actuación han sido reconocidos con la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Azul el brigada Óscar Nesta, jefe del primer Equipo de Desactivación de Explosivos, que intervino en la zona del incidente tras la explosión, así como el sargento primero Pedro Varela, que actuaba de operador. Ambos fueron los encargados del posterior proceso de desactivación de los artefactos que no fueron explosionados por los terroristas y que permitió asegurar la zona. Y es que cabe recordar que, aunque el segundo de los vehículos hizo explosionar su carga, los soldados españoles lograron neutralizar a los terroristas del primer vehículo antes de que llegaran a hacer detonar la carga de explosivos que llevaba la Toyota Pick Up con la que intentaron irrumpir en la base. Los soldados españoles comprobaron que este coche bomba suicida portaba en su interior media tonelada de explosivos.