"Auga da billa, auga de confianza". Esto es lo que se puede leer en las botellas de agua que los concejales de la nueva Corporación pontevedresa tienen a su disposición en el salón de plenos desde la primera sesión de investidura celebrada el pasado sábado. Y sí, como dice la etiqueta, el agua que beben los ediles de la Corporación es la misma que cada pontevedrés puede degustar tan solo abriendo el grifo de su casa si está conectado a la red de abastecimiento municipal.

¿Y cómo acabó el agua del grifo embotellada en el salón de plenos del Concello de Pontevedra? La respuesta está en la reciente concesión del servicio del agua a la empresa Viaqua. El nuevo contrato de aquella concesión incluía diversas mejoras en el servicio, pero también contemplaba la posibilidad de que la empresa contase con una pequeña embotelladora del agua del grifo para, una vez etiquetada, destinarla a un uso institucional por parte del Concello y así se ha hecho.

El estreno de estos botellines de agua del grifo embotellada tuvo lugar en el pleno de constitución en el que Miguel Anxo Fernández Lores fue elegido alcalde por sexta vez consecutiva y hoy los ediles volvieron a refrescarse con "auga da billa" durante la sesión de organización de la Corporación, sustituyendo así a las botellas de agua de una determinada marca comercial que se colocaban anteriormente. Una fórmula que sirve también para transmitir que el agua del grifo de Pontevedra nada tiene que envidiar al resto de las que se comercializan embotelladas.