El concejal de Infraestruturas, César Mosquera, mostró ayer su "extrañeza" por "la falta de noticas" de cualquier proyecto de la Xunta en los últimos seis meses. "Nunca se nos informó de esta idea de abrir un geriátrico en la ciudad, pero lo mismo ocurre con la variante de Alba (ya con trazado decidido pero que el Concello desconoce), o el estado de las obras del puente da Barca, ya finalizadas.

Al respecto, Mosquera lamentó de nuevo que no se hubieran aprovechado las obras para ensanchar "al menos medio metro" sus aceras y subrayó que el aspecto actual del viaducto apenas difiere del anterior. En todo caso, dejó claro que "son proyectos de otras administraciones, sobre las que damos nuestra opinión, pero después somos respetuosos".

Según sus datos, el único proyecto con contactos fluidos entre los técnicos de ambas administraciones es el de la ampliación de Montecelo.

Un malestar más notable sí parece existir en el Concello con respecto al ritmo de ejecución del primer tramo de la autovía A-57 entre Vilaboa y A Ermida. Y el ejemplo lo pone con el cierre de la carretera provincial de acceso a O Campiño por Marcón. Este vial se cortó en noviembre para instalar un viaducto de la A-57 por un plazo inicial de dos meses, pero ya van cinco de corte y todavía no ha concluido la instalación de esa estructura, un retraso en paralelo al de toda la autovía.

Mosquera expresó ayer su temor a que ese tramo "no esté listo ni en 2020" y cree que el Ministerio de Fomento "está dilatando los plazos".