Aunque la primera de las procesiones ya recorrió las calles pontevedresas el pasado viernes, con el novedoso paso de Los Dolores que se introdujo este año en el programa oficial, la Semana Santa arrancó ayer por todo lo alto en la ciudad del Lérez con el Domingo de Ramos. La bendición de las palmas y los ramos además de la posterior procesión de "La Burrita" es el primero de los grandes actos multitudinarios de una Semana Santa pontevedresa que está en auge.

A lo largo de todo el municipio se celebraron en la mañana de ayer las misas de Ramos. En San José comenzó a las once y al finalizar se procedió al traslado de la imagen de Jesús entrando en Jesuralén hacia el atrio del convento de San Francisco. A su llegada, muchos de los fieles que aguardaban ya en todo el entorno de A Ferrería y la plaza de Ourense se arremolinaron para poder cumplir con la tradición de tocar con sus ramos de olivo, laurel o con sus palmas la efigie de Jesús y la borriquita.

Ramos y palmas que habían adquirido en el tradicional mercado celebrado el día anterior o que lo dejaron más para última hora podían adquirir a los muchos vendedores que se apostaban con laurel y olivo en las cercanías de A Ferrería.

Tiempo de Semana Santa

A las 12.30 horas el foco de atención se trasladó al atrio de San Francisco. Allí se procedió a la bendición de los ramos y las palmas. Antes, se dio lectura a uno de los Evangelios que relata la entrada de Jesús en Jerusalén y como pide que sea a lomos de un pollino que estaba amarrado en las inmediaciones del Monte de los Olivos. Entonces tomó la palabra el párroco de Santa María la Mayor, Javier Porro, quien señaló que en esta Semana Santa los pontevedreses buscarán tiempo para todo, desde las propias citas religiosos, al ocio, los amigos, los viajes..., e incluso este año a la campaña electoral. En su discurso, el sacerdote animó a los pontevedreses a que intenten buscar también durante estos días "tiempo para uno mismo", para "cuidarse y mirar hacia dentro y ver qué camino queremos tomar".

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Multitudinaria procesión de "La Burrita" en Pontevedra

En este sentido, instó a los pontevedreses a que no solo se limiten a tocar con sus palmas y ramos a la imagen de Jesús sobre la borriquita, sino que les instó a "dejarse tocar por Jesús" esta Semana Santa, "dejarse tocar por su amor", algo que les permitirá recuperar "su libertad interior y personal" en una vida, en muchas ocasiones, atada por el trabajo o por otras preocupaciones sociales.

Les invitó a liberarse de estas ataduras al igual que hizo Jesús con la burrita que estaba amarrada en el monte de los Olivos y explicó que es ese amor de Jesús el que les permitirá recuperar esa "libertad personal e interior" y aseguró que "esto es algo que ningún partido puede ser capaz de recoger en sus programa electoral".

Luego llegó la bendición de los ramos y las palmas y salió la procesión, con la imagen de Jesús entrando en Jesuralén a lomos de la borriquita escoltada por dos grupos de tambores y cornetas. Entre una multitud, entre la que tenían gran protagonismo los más pequeños, la imagen se abría paso sienda acariciada por los ramos de olivo, laurel y las palmas que los pontevedreses enarbolaban a su paso. También durante la procesión es habitual que los asistentes intenten tocar la imagen con sus ramos.

El buen tiempo respetó la procesión y la comitiva acompañó a Jesús a lomos de la burrita por Sorportales, la plaza de Curros Enríquez, Manuel Quiroga, Don Filiberto, Alhóndiga y la avenida de Santa María hasta llegar a la Basílica en la que se celebró una misa.

La jornada de ayer se completó con la tradicional representación de la pasión que corrió a cargo del Grupo Arume y que tuvo lugar en la Iglesia de San José.