La Universidad de Vigo (UVI) no cederá espacios del campus para la celebración de Santa Kata, la gran fiesta informal con la que los alumnos honran cada año a la patrona de la Facultade de Ciencias Sociais, Santa Catalina de Siena. Los estudiantes tuvieron conocimiento ayer de la prohibición de hacer uso de las instalaciones dependientes de la institución académica y temen que el gran botellón, previsto para el próximo día 25, se desplace a la inmediata Illa das Esculturas.

El Rectorado mantiene así su política de prohibición de los botellones que en otras zonas han ocasionado problemas con los vecinos.

Santa Kata cumplirá este año su 25 aniversario y sus organizadores recuerdan que "llevamos todo el curso realizando actividades culturales y la dirección de la facultad conocía la iniciativa de celebración de la fiesta". De hecho, los portavoces del alumnado aseguran a FARO que "la decisión se tomó en una reunión en la que no estuvo ni nuestro decano ni el representante del campus ni en general ninguno de nuestros portavoces".

La organización reconoce que ya ha formalizado contrataciones con "empresas, escenario y artistas que colaborarían en el evento" y se pregunta por qué se prohibe esta fiesta en concreto y no otras de la Universidad de Vigo como San Aquiles o San Leandro.

"No estamos pidiendo permiso para hacer una fiesta sino espacios como el parking", señala la organización, que teme que se produzcan hechos similares a los de la fiesta San Pepe, en Vigo. En ese caso el Rectorado también prohibió el botellón y éste se trasladó al parque forestal de Beade, convertido tras la fiesta en un basurero. "Nuestra idea principal es impedir" que eso se repita, indican las mismas fuentes, "y que nuestra preciada Illa das Esculturas no salga perjudicada como lo hizo el Parque Forestal de Beade".

"A esos miles de personas no los llamamos, esta gente va a bajar a hacer botellón el día 25, o al campus o a otra parte, algo que ya sería responsabilidad del Concello de Pontevedra", aseguran a FARO los estudiantes.

Éstos denuncian que el equipo decanal "no facilita nada" una celebración que querían que fuese "segura y planificada", por lo que contrataron "un seguro de responsabilidad civil" y a las subcontratas y artistas invitados.

Temen en general "la inseguridad si no nos dan permiso" y el hecho de que pueden surgir "grandes imprevistos" dada la previsible gran afluencia de jóvenes.

Como cada año, cientos de ellos se acercarán hasta el campus de A Xunqueira con el kit básico del botellón, es decir botellas de alcohol, refrescos, latas y grandes vasos. La organización teme que, como sucedió en el caso de San Pepe, al prohibírseles utilizar los espacios del campus se desplacen a la zona más inmediata, que sería el espacio natural da Illa das Esculturas.

Santa Kata 2019 coincide en el mismo fin de semana que el Mundial de Triatlón, otro factor que podría multiplicar la visibilidad de los aspectos más negativos del botellón, empezando por las toneladas de vidrios y plásticos.

Santa Kata se celebra desde mediados de la década de los 90 en las distintas instalaciones que ha ido ocupando la Facultade de Ciencias Sociais, si bien ha sido en el campus y especialmente en los últimos diez años cuando ha multiplicado su capacidad de convocatoria.

Las asistencias hoy "son multitudinarias, de hasta 4.000 personas el pasado año", aseguran los alumnos, que estiman que esta capacidad de convocatoria convierte a Santa Kata en "un foco de atención no solo hacia la Universidad de Vigo sino también hacia la ciudad de Pontevedra, con el desplazamiento de cientos de personas desde otras ciudades".

"Todo el año recaudamos fondos para la fiesta", señalan los estudiantes, que han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas en la plataforma change.org para que la Universidad de Vigo cambie su decisión. Los estudiantes tuvieron conocimiento de esta negativa del Rectorado a que se utilicen las instalaciones universitarias porque se lo trasladó la responsable del campus y también través del correo electrónico.