El Museo de Pontevedra ya tiene nuevo director: el arqueólogo y hasta ahora director del Parque Arqueolóxico da Arte Rupestre de Campo Lameiro, José Manuel Rey García. Se trata de un profesional con "un perfil elevadísimo" y "una autoridad mundial" en Prehistoria. El nombramiento se hará oficial el próximo lunes y está previsto que se incorpore a su puesto después de Semana Santa.

Con la elección de Rey García se pone fin al proceso iniciado por la Diputación de Pontevedra, de quien depende el Museo, tras la jubilación de Carlos Valle, director de la institución en las últimas décadas.

La presentación a la prensa tuvo lugar esta mañana en el Sexto Edificio. En su intervención, Rey García resumió en cinco puntos las líneas generales de su programa de trabajo para los próximos años. Encabezará estas intenciones el refuerzo del compromiso social del Museo: "tratar de ser un Museo más próximo a las inquietudes y anhelos de una sociedad multicultural que demanda acceder y participar de manera activa".

También apostará por fomentar la transferencia de conocimiento a través del debate crítico, la investigación y apostando "de manera decidida" por la divulgación científica para públicos no especializados.

El nuevo director trabajará, asimismo, por reforzar determinados aspectos en la mediación cultural "a través de un aprendizaje que sea mucho más participativo e interactivo" y que promueva el conocimiento, las ideas y experiencias de emociones.

Proyección mundial

La proyección internacional del Museo de Pontevedra será otro de los objetivos participando en redes de cooperación en redes mundiales como una forma y mecanismo que permita el intercambio de experiencias con otras instituciones de diversos países, especialmente los más próximos, los europeos. Con ello se buscará dotar de más valor todavía al ente pontevedrés.

Por último, José Manuel Rey García anunció que apostará, "en colaboración con todos los trabajadores del Museo", por ejercer una acción innovadora. "Generar valor añadido para ofrecer una oferta cultural, educativa y lúdica que nos diferencie en un sector tremendamente competitivo a través de la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación, algo hoy en día imprescindible", subrayó.

En opinión del nuevo director, "innovar no significa perder la esencia" de un Museo. "Lo que no puede ser es que un museo sea un mausoleo; tiene que adaptarse a las necesidades de la sociedad y abrirse a unas expectativas y a nuevas propuestas", consideró. En este sentido, mencionó prácticas que ya están asentadas en la práctica museal "que hace 15 años no imaginábamos". "No podemos cerrar las posibilidades de seguir innovando; los museos que apuestan por la innovación, la calidad y una oferta diferenciada son los más valorados por los visitantes y los referentes que están marcando la línea a los demás. No es incompatible mantener el rigor científico con una oferta que atraiga y genere un atractivo entre los visitantes", concluyó.