Nuevo motivo de celebración en la parroquia pontevedresa de Cerponzóns, que este fin de semana celebra su milenario. Los vecinos recibieron ayer dos nuevos cruceiros que sustituirán a otros dos anteriores con mucha historia en el lugar de Tilve. Se trata de piezas creadas en la Escola de Canteiros de Poio que ya lucen en las inmediaciones de la iglesia.

Bruno Comesaña, Víctor Manuel Casal, Manuel Tosar y Pedro Barrancos son los canteros que han dado forma a la piedra durante el curso. Son dos cruceiros de 2.200 kilos de peso y 25 metros de altura cada uno. En ellos inscribieron la frase "Polos mil anos de Serpentiones", el nombre con el que se conocía antiguamente a Cerponzóns.

Los anteriores cruceiros eran muy antiguos y no soportaron el paso del tiempo, de ahí que la asociación de vecinos O Chedeiro recibiese la promesa de la Diputación provincial, de la que depende la Escola de Canteiros, de recibir dos nuevos este mismo año.

"Era bo recuperarlos para dignificar a zona", reconoce Juan José Esperón, secretario del colectivo vecinal.

Y es que las cruces ya desaparecidas tuvieron una importante misión en el pasado. El conocido como cruceiro Mogos señalizaba el lugar en el que se enterraban los niños que no habían sido bautizados. El otro servía de punto de cambio de dirección en la procesión del Corpus y también señalizaba el camino a Verducido que seguían los vecinos de esta otra parroquia, con la compartían órgano y párroco.

Este sábado, 30 de marzo, se cumplen los 1.000 años de Cerponzóns, aunque los actos de celebración tendrán lugar el domingo 31. Se celebrará una misa a las 10 horas y, a su término, cantará el coro de A Xunqueira, a las 10.45. A las 11.30 horas se realizará un paseo para los visitar los dos cruceros nuevos.

La historia de la parroquia está recogida en un documental dirigido por Pablo Cacheda y todavía sin estrenar. En la cinta han participado numerosos vecinos de la zona.