Poio insta a la Xunta a ejecutar dos glorietas en la PO-308 en los cruces de Campelo y Albar

El gobierno local de Poio ha solicitado a la Xunta que continúe con las obras de mejora de seguridad viaria en el PO-308 en municipio. Pese a que la administración autonómica ya está realizando actualmente las aceras de Samieira y Raxó y está ultimando el proyecto para la ejecución de la senda peatonal entre Fontenla-Combarro-Chancelas, la teniente alcalde de Poio y responsable de la Concejalía de Obras, Chelo Besada, recordaba que la carretera de titularidad de la Consellería de Infraestruturas "tiene más necesidades" en materia de seguridad.

Besada señaló como dos "puntos negros" los cruces de la PO-308 en los que confluyen la carretera de Campelo en la avenida de San Xoán, así como el de las calles de Albar y Curuxa, en la avenida Encoirados. La teniente alcalde destaca que son zonas en las que se llevan acumulados muchos accidentes, pese a que se reforzó el pintado y las señalizaciones para tratar de evitar casos como los cambios de sentido en estas zonas.

Desde el gobierno local consideran que las medidas más adecuadas para estos cruces serían la instalación de rotondas. En ese sentido, Besada recordaba que ya existe un proyecto redactado que contempla la instalación de este tipo de infraestructuras en la zona, un documento elaborado durante el mandato del bipartito en la Xunta que no se llegó a acometer.

"Las sendas son necesarias y agradecemos esas actuaciones después de tantos años, pero en la PO-308 hay necesidades y pedimos que la Xunta contemple en sus presupuestos de 2020 la previsión para seguir mejorando la seguridad vial en Poio", indicaba Besada.

La teniente alcalde también recordó la propuesta del gobierno local a la Xunta para elaborar un convenio por el cual las dos administraciones asuman la renovación de las aceras en Andurique. "Los servicios y aceras son antiguos y necesitan constante mantenimiento", afirmó Besada.