Algunos de los pacientes que atiende la Unidad del Sueño del CHOP registraban antes de ser atendidos hasta 400 y 700 pausas respiratorias en una noche. Estos microdespertares alteran la estructura del sueño, "una arquitectura que está muy determinada, con 4 fases y luego la de movimiento de los ojos, si no está bien determinada el sueño no es fisiológico y no sirve, aunque estemos 8 horas durmiendo el sueño ha sido por ejemplo de una hora", indica Adolfo Baloira.

Como resultado los afectados despiertan incluso más cansados de lo que se acuestan, con la boca seca, frecuentemente dolor de cabeza y mayor irritabilidad y agresividad.

A mayores, la mala calidad del sueño ha impedido que durante la noche se fortaleciese el sistema inmunitario, se regenerase la musculatura u oxigenasen las células, otros procesos que se producen durante la noche se ven alterados con la apnea.