Fue en mayo de 2018 cuando Red Eléctrica Española (REE) rescataba el polémico proyecto de la subestación eléctrica de Bértola (Vilaboa), con la petición de permisos para su instalación como apoyo al Eje Atlántico Ferroviario. Casi un año después, el Gobierno central se reafirma en la ejecución de un recinto que cuenta con el rechazo del Concello y de los vecinos.

Un pronunciamiento oficial en el Congreso califica esta subestación de "imprescindible", postura que llega justo después de conocerse una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) favorable a REE y que desestima los recursos que el Concello de Vilaboa contra los acuerdos de la Xunta sobre el proyecto.

Autorizaciones autonómicas

En concreto, el Concello pedía la anulación de la aprobación autonómica del proyecto de ejecución y la declaración de utilidad pública de las instalaciones eléctricas y también de la línea de alta tensión que servirá para electrificar la línea ferroviario. El TSXG rechaza los argumentos municipales y niega afecciones a un arroyo próximo o el incumplimiento de normativas urbanísticas o culturales. Con este fallo en la mano, el Concello de Vilaboa ha decidido acudir al Tribunal Supremo para tratar de frenar un proyecto que acumula más de seis años de polémica.

En una reciente pregunta en el Congreso, el PP pedía al ministerio que aclarara el futuro de la subestación y su recorrido judicial, así como posibles alternativas de ubicación. En la respuesta se recuerda que Adif "ha llevado a cabo estudios con diferentes alternativas, como ampliaciones de potencia en las subestaciones existentes, aprovechamiento de instalaciones de la red convencional, o refuerzos en la catenaria, siendo la conclusión de todos estos estudios que los resultados eran insuficientes para garantizar el abastecimiento eléctrico a los trenes con la llegada de la Alta Velocidad ya que esta requiere de subestaciones cada 70 kilómetros aproximadamente y en el caso que nos ocupa existe un tramo de más de 90 sin ninguna subestación".

Añade que "en cuanto a la ubicación prevista, esta es la de menor impacto visual en el entorno, siendo la subestación proyectada por Red Eléctrica de España de tipo blindado, encapsulada dentro de un edificio y rodeada con un apantallamiento vegetal".

A juicio del gobierno, "las otras ubicaciones estudiadas obligarían a realizar desmontes y caminos de acceso adicionales, entre otras actuaciones, así como tender cableado aéreo sobre la población, por lo que el impacto ambiental, social y paisajístico sería mucho mayor. Se considera, en definitiva, que esta instalación es imprescindible para dar un servicio fiable al Eje Atlántico con la llegada de la Línea de Alta Velocidad a Ourense".