Los técnicos de la Estación Fitopatológica Areeiro se encargaron del asesoramiento técnico a la comunidad escolar desde el mismo momento en que nació el proyecto, que también contó con el respaldo de especialistas en cuestiones de reciclaje.

El centro escolar acogió más de una charla para padres, cuya implicación ha sido "ejemplar" en esta iniciativa. "Además de entusiasmarse con esta idea, muchos de ellos participaron en el montaje de toda la logística que es necesaria para que el jardín vertical pueda ya lucir sobre la pared", explica Antonio Rodríguez. "Muchas mañana de este mes de febrero se las pasaron uniendo las botellas y llenándolas de tierra para que los niños pudiesen hacer la plantación".

Y llegó el momento de que cada planta se reencontrase con su maceta. "Fue un momento muy bonito porque estamos comprobando lo generosos que son los niños. Comparten planta o plantación con quienes no han traído su plantita y disfrutan haciéndolo". Y es que la ANPA suministró unidades a las familias que no pudieron aportarlas pero "siempre hay despistes".