El guardia civil acusado de mantener relaciones con una víctima de violencia de género a cambio de ayuda niega los hechos

El brigada de la Guardia Civil de Pontevedra acusado de mantener relaciones sexuales con una víctima de violencia de género a cambio de ayudarla negó esta mañana los hechos en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Pontevedra. José Ramón Q. G. aseguró al tribunal que nunca mantuvo relaciones sexuales con ella, aunque sí reconoció que la subió a su domicilio (ubicado en las viviendas de los agentes en la propia Comandancia de Pontevedra) en una ocasión, pero insistió en que fue únicamente para "darle de comer un bocadillo" que ella le había pedido.

La víctima, sin embargo, ratificó su denuncia ante las magistradas de la Audiencia de Pontevedra y asegura que el agente, encargado de coordinar como jefe del puesto en aquel entonces las medidas de protección a las victimas de violencia, le insistió para acudir a su domicilio y tener sexo con el a cambio de ayuda, no solo económica, sino "en todo", también en lo referido a la protección frente a su agresor, su ex pareja, quien tiempo atrás le había asestado una cuchillada a esta mujer y que en ese momento acababa de quebrantar una orden de alejamiento.

La víctima aseguró que tras insistentes llamadas del acusado accedió a reunirse con él y que ella no tuvo duda de que le estaba proponiendo ayuda desinteresada, sino que esta sería a cambio de sexo. Accedió, pero una vez que mantuvo relaciones con él, el acusado "cambió". "Le pregunté si me iba a dar algún regalito y él cogió la cartera y me tiró unos céntimos, me dijo que no era lo que esperaba y que no valía para nada". La victima afirma que esperaba de él que le ayudas en todo lo relativo a la protección frente a su expareja.

Fue una pieza de información reservada interna abierta por la propia Guardia Civil la que destapó el suceso, aunque el acusado atribuye esta denuncia a la mala relación que mantiene con él un superior que fue quien instruyó dicho expediente.