El Concello de Poio quiere poner la guinda a la recuperación de uno de los entornos más emblemáticos del casco urbano de la parroquia de Raxó. Se trata de espacios anexos a la iglesia de San Gregorio y del cementerio donde se proyecta su humanización con el objetivo de integrar la zona.

De este modo se pretende poner en valor un entorno donde en los últimos años ya se han producido importantes mejoras, como la construcción del templo nuevo, impulsada por el párroco de la localidad, Antonio Fernández. El gobierno local impulsa un proyecto que cuenta con presupuesto de 57.000 euros procedentes del Plan Concellos de la Diputación y tiene como objetivo integrar las iglesias, el cementerio y el cruceiro en una gran plaza.

"Es necesario adaptar esta zona al resto del entorno", señaló la teniente alcalde y edil de Obras, Chelo Besada que explicaba que una de las tareas consistirá en habilitar un nuevo empedrado alrededor del cruceiro, además de bajar el tendido eléctrico y ampliar los espacios para viandantes alrededor de la nueva iglesia.

El proyecto abrió ayer su fase de licitación, que se prolongarán aproximadamente un mes, mientras que el plazo de ejecución de la obra será de entre dos y tres meses, por lo que todo apunta a que los trabajos se iniciarán tras la celebración de las fiestas en honor a San Gregorio, que serán los días 16 y 17 de marzo.

"También servirá para mejorar la accesibilidad de la acera que bordea la iglesia, cambiando su desnivel para adaptarla", explicó Besada. La iglesia de San Gregorio fue construida en el siglo XVI, mientras que el tiempo nuevo se inauguró en 2016, el entorno está dividido del cementerio y el cruceiro por una explanada asfáltica que ser verá transformada.

Por otro lado, el gobierno local también aprobó ayer sacar a licitación la obra de cambio de servicios y ampliación de la acera en la calle Valiña, en la parroquia de San Salvador.