"La preocupación nuestra es cómo atender a todas las parroquias". Así lo admitía el arzobispo Julián Barrio Barrio, en septiembre de 2017, tras participar en la 43 Asamblea Confer Galicia de obispos y superiores mayores, celebrada en el Mosteiro de Poio.

Y también aportaba una posible solución: la colaboración de laicos en el mundo religioso. "En el Sínodo Diocesano se puso de relieve que deberíamos hacer unidades pastorales compuestas por siete u ocho parroquias, en la cual esté al menos un sacerdote, religiosos y con la colaboración de los laicos", explicaba entonces Julián Barrio.

En este sentido, el arzobispo considera que "hay muchas cosas que los laicos pueden hacer. Hasta ahora no había esta necesidad, porque en cada parroquia había un sacerdote. Hoy no es así".

"Aunque numéricamente no necesitáramos a los laicos, tienen que tomar conciencia de la responsabilidad que tienen en la Iglesia. Hay muchas cosas que pueden hacer perfectamente: la catequesis, la visita a los enfermos, la labor de Cáritas, la formación...", proponía

Una de las iniciativas que se han puesto en marcha en la archidiócesis es la de las escuelas diocesanas. La idea era disponer de 26 centros para que los laicos que así lo deseen pueden empezar ese proceso de formación.

La Vicaría de Pontevedra, una de las tres de las que se compone la Archidiócesis de Santiago de Compostela, redujo su número de sacerdotes en más de un 33% en las últimas tres décadas. Actualmente cuenta con un centenar, mientras que en el año 1985, cuando fue creada, tenía a alrededor de 150. Y el número no deba de descender.