Decenas de aldeas abandonadas en la última década, a causa del envejecimiento de la población y el éxodo de las grandes ciudades, han comenzado a hacer mella de forma notable en el rural de toda la comarca, castigado por un declive demográfico que provoca que a día de hoy más del 21% de las 121 parroquias de los catorce municipios de Pontevedra y su entorno cuenten con menos de 200 vecinos.

Son en total 26 las parroquias que no llegan siquiera a ese límite de población, lo que supone un aumento muy elevado con respecto al panorama de hace apenas diez años. Según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), en 2009 eran solo 17 territorios los que contaban con menos de 200 habitantes, el 14% del total. Desde entonces se han incorporado nueve a negativo listado.

En todos los casos se trata de municipios del interior de la comarca -Campo Lameiro, Cuntis, A Lama, Ponte Caldelas y Cerdedo-Cotobade- pero la caída de la población es común a todos los concellos. El último balance oficial sitúa el censo total de los 14 municipios en 188.360 habitantes y solo creció el padrón el pasado año en Pontevedra, Poio, Caldas y Barro. Aún así, la capital no es ajena al abandono del rural y sus quince parroquias tienen ahora unos 1.200 vecinos menos que hace una década.

El fenómeno es especialmente notable en Cerdedo-Cotobade, cuya fusión no ha puesto freno al éxito. Según el IGE son once de sus 21 parroquias las que no llegan a 200 habitantes: Parada (34), Corredoira (109), Caroi (116), Valongo (118), Rebordelo (133), Castro (126), Folgoso (138), Loureiro (152), Figueroa (139), Pedre (151) y Tomonde (136). Estas tres últimas han entrado en el listado en esta década, tras perder en algunos casos hasta el 50% de su censo.

Ponte Caldelas cuenta con cuatro territorios en esta situación, el doble que en 2009. Son los de Castro Barbudo (98), Forzáns (123), Anceu (157) y Taboadelo (197), mientras que en A Lama son otros cuatro: Xende (97), Escuadra (161) y los dos añadidos en los últimos años de Verducido (189) y Gaxate (154).

En Moraña tienen menos de 200 habitantes Cosoirado (46) y Gargantáns (179) y en Cuntis son otros tres: Cequeril (189), Couselo (169) y Portela (196). Gargantáns, y Portela superaban hace diez años esa barrera. Por último, en Campo Lameiro están las parroquia de Montes (134) y Morillas (39).

Estos datos ponen de manifiesto que son cinco las parroquias de la comarca que ni siquiera llegan a los cien habitantes, y el balance del IGE también alerta de que son muchas más las que apenas superan el límite de 200 vecinos y hay una decena de ellas que están en riesgo de entrar en este listado en pocos años.

El fenómeno del abandono del rural también se observa en una escala más local, como ocurre en la capital. Sus parroquias no dejan de perder población a favor de la ciudad. Hace una década, más de un tercio de los vecinos que residía en el municipio de Pontevedra lo hacía en alguna de las quince parroquias del rural capitalino. Ahora apenas llega al 24% y son 20.028 los pontevedreses que aún viven en el rural, si bien muchos de ellos lo hacen en parroquias limítrofes al casco urbano, como Mourente o Lérez, o en territorios donde existe suelo urbano, como Lourizán y Pontesampaio.

Según los datos del padrón municipal, son 64.046 las personas que tienen su domicilio dentro de la ciudad, lo que supone el 76% del total, cuando en 2009 eran alrededor de 60.800. Estas cifras ponen de manifiesto que las parroquias del municipio cada vez tienen menos habitantes y en la última década han perdido unos 1.200 vecinos, un 5% de caída.