Los antiguos alumnos pondrán mañana el colofón a los actos organizados en el colegio Sagrado Corazón de Placeres con motivo de su centenario. Más de 350 han confirmado ya la asistencia a la comida de confraternidad que tendrá lugar a mediodía en el colegio y más de un centenar, llegados desde diferentes puntos, pernoctarán en el centro escolar.

Uno de los actos centrales de la jornada será la presentación del libro "Colegio Sagrado Corazón 1918-1974", en el que su autor, José Carlos Pascual recopila el resultado de varios años de investigación sobre la época de internado del centro escolar, que en 1974 se convirtió en Escuela Hogar.

Se trata de un publicación autofinanciada por los exalumnos, en su mayoría mujeres, que han editado 300 ejemplares que ya tienen reservados.

El libro, dividido en once capítulos, aborda las diferentes etapas de un centro escolar elitista que aplicaba a un duro régimen disciplinario a sus alumnas hasta el fin del Concilio Vaticano II, momento que pone fin a las diferencias en el seno de la comunidad religiosa, que permite a las monjas impartir clase vestidas como seglares y en el que también finaliza la clausura para todas las religiosas.

La relación de José Antonio Pascual con el colegio es directa. No cursó sus estudios en el centro ya que era exclusivamente femenino en aquel entonces, pero sí lo hicieron sus cuatro hermanas, al igual que antes lo habían hecho su madre, y sus cuatro hermanas, que formaron parte de la primera generación de alumnas del centro.

"Sin embargo me costó mucho encontrar documentación. No fue fácil", explica. Parte de la historia que recoge en estas 200 páginas la fue hilando tras leer el diario que llevaba con rigurosidad la comunidad religioso. "Muchos años están escritos íntegramente en francés", apunta.

De ahí extrajo anécdotas. "La madre superiora narra en el diario la impresión que le causó la humildad de las casas de los pescadores, que vio un día que fue a comprobar el estado del depósito de agua que abastecía el centro. Vio mucha pobreza".

Cuando un obrero especializado ganaba 5 pesetas al día, realizar el curso escolar (9 meses) interna en el colegio tenía un coste de 1.000 pesetas. "Era muchísimo dinero para aquella época", explica. Añade que a mayores las niñas tenían que llevarse al colegio un colchón, almohadas, mantas y varios juegos de sábanas. "Estaba al alcance de muy pocas familias", concluye.