Las obras de la autovía A-57 entre Vilaboa y A Ermida, que acaban de cumplir tres años desde su "primera piedra", mantendrán cerrada al menos un mes más al tráfico un tramo de la carretera provincial EP-0004 Marcón-Pintos-A Reigosa, según informa la Diputación, titular de esta vía.Los trabajos iniciados a mediados de diciembre para la instalación de un viaducto de la futura autovía sobre el río Pintos, se han visto frenados por un movimiento de tierras en un talud, por lo que la empresa adjudicataria del proyecto de Fomento, San José, ha solicitado una prórroga de un mes más.

En una reunión entre técnicos de ambas partes celebrada el pasado viernes se analizó el estado de las obras y se comprobó que avanzan con notable retraso, de ahí que la Diputación accediese a otorgar la citada prórroga, inevitable por otra parte, ya que el estado actual del vial provincial impide su inmediata reapertura.

En principio se estimaba que la carretera, que enlaza el cruce de la PO-542 a la altura del bar Emiliano con los polígonos de O Campiño y A Reigosa, podría estar reabierta este mismo mes de enero, pero la evolución de las obras hasta ahora no se ha ajustado al calendario previsto. Por ello, ahora se apunta a mediados de febrero, aunque todo dependerá de la climatología y de otros factores para poder cumplir esta segunda previsión.

En todo caso, el vial permanece en servicio desde la PO-542, con carteles de advertencia, hasta la última zona habitada, por lo que no se producen especiales problemas para la población de esa zona de Marcón. Eso sí, todo el tráfico que pretenda ir hacia los dos citados polígonos debe utilizar la carretera de Ponte Caldelas.

El cierre no solo obedece al montaje del propio puente, sino que también es necesario modificar el trazado del vial provincial. Según la Diputación, Constructora San José) "tiene que deshacer la actual traza de la vía provincial y construirla desde cero, además de desviarla ligeramente hacia la izquierda, bajando también su cota y eliminando dos curvas".

El viaducto, sobre el Pintos que se localiza en el punto kilométrico 1,3 de la A-57, se ha diseñado con tres vanos, con 105 metros de alto y alrededor de veinte de ancho, para cuatro carriles de 3,5 metros cada uno y sus arcenes y servicios correspondientes. Con esta estructura, la actual carretera de la Diputación quedaría sin el gálibo suficiente para mantener el tránsito rodado, de ahí que sea necesaria su remodelación en ese tramo.

Una de las actuaciones previstas es la ejecución de un muro de contención para salvar un talud. Precisamente fue un corrimiento de tierras el que ha trastocado el calendario.