El vicepresidente hizo autocrítica y destacó que el actual gobierno de la Diputación deja el mandato con esta "laguna": las transferencias a la Xunta de Galicia, con la que fue imposible llegar a ningún acuerdo. Destacó que no hubo intención de "montar ninguna guerra institucional", pero destacó que la postura del presidente Feijóo es un error porque impide el buen funcionamiento de las administraciones y los servicios en beneficios de la ciudadanía.