Sanxenxo vivió ayer su segundo día de luto por el naufragio del pesquero "Sin Querer Dos", con base en Portonovo, y la práctica totalidad de la flota de la localidad permaneció amarrada a puerto en señal de duelo por el fallecimiento de su patrón y dos tripulantes y la desaparición de otro de los marineros, cuya búsqueda prosigue.

Mientras tanto, los cuatro supervivientes de Portonovo tratan de recuperarse del trauma que significa este suceso, en su mayor parte en sus domicilios.

El senegalés Nectar Fal fue el último en recibir el alta, tras ser atendido en el hospital de Cee y se unía al resto de vecinos de la villa marinera implicados en el naufragio. Se trata de Cristian Álvarez, David Rodríguez y Mouhamada Pouye, también de Senegal, que se encontraban en sus respectivas casas recuperándose del suceso en un día en el que en Sanxenxo continúa conmocionado por los hechos.

Los fallecidos eran muy conocidos en el municipio, en el que se celebró el jueves un minuto de silencio ante el Concello y se decretaron tres días de luto.

"Son gente muy sencilla, muy buenas personas, todo el mundo en Portonovo los conoce, a los que viven aquí y los de Cambados", apuntaba Charo González. Estrechamente ligada a Mouhamada y Fal, como se les conoce en el municipio, Charo fue la casera de los dos y sigue siéndolo de Fal, al que le une un vínculo casi familiar.

"Mouhamada y Fal vinieron con Alí, que ahora se dedica a la pesca de altura, hará diez años ya, y hace cuatro vinieron sus esposas", comenta Charo. Fal tiene dos hijos, de seis y dos años, el último nacido en Portonovo. "Después de comer siempre vienen para mi casa", indicaba Charo apuntando un vínculo casi familiar con Fal.

"Fue muy duro escuchar las noticias, bajamos al puerto y ahí se fue sabiendo que Cristian y David estaban bien, pero por momentos incluso pensamos que Fal y Mouhamada estaban entre los fallecidos, fue muy duro", comenta Charo incidiendo en que "fue una incertidumbre horrible, no sabíamos si estarían entre los fallecidos porque nos avisaron a última hora de quiénes habían sobrevivido".

Con dificultad, Fari, la esposa de Mouhamada, contaba los hechos. "Fue muy duro, lo pasamos muy mal", indicaba con su marido ya descansando aunque con fuertes dolores de espalda en estos días.

Cristian, rodeado de su familia, visiblemente afectado, rechazaba hablar por respeto a los compañeros fallecidos y sus familias. Por su parte, Alberto Rodríguez, hermano de David acudía al minuto de silencio muy afectado y confirmaba que el mecánico del "Sin Querer Dos" se encontraba recuperándose en su casa en A Coruña.

La corporación municipal celebró un pleno en la misma jornada de jueves en el que enviaban su "pésame" a la familia de los fallecidos y "fuerza" a los supervivientes del naufragio.